Si hay un autor que en los últimos años haya conectado generalmente con el público del Festival de Cans, ese ha sido el lucense (de Xove) Xacio Baños que logró el premio Can de Pedra al mejor corto por Estereoscopía o Ser e voltar. La primera vez, por una historia de un hombre con un ojo trasplantado que ve el mundo de forma 'caleidoscópica'. En la segunda ocasión, por la aproximación a la vida de sus abuelos y la autorreflexión sobre su vida misma a los 30. Es el mismo cineasta que, con Anacos, consiguió premio en el Festival de Málaga y que, con Eco -un corto sobre el diario de una mujer de los 70 y 80 que se descubre a su muerte-, empujó a la reflexión sobre la violencia de género tanto en Cans como en el Play Doc. Ahora, se enfrenta al doble salto mortal del celuloide con el rodaje del que será su primer largometraje, Trote, cinta que se está grabando íntegramente en gallego y que ya tiene apalabrado su visionado en el Festival de San Sebastián de 2018.

Desde Amil, en Moraña, donde se encuentra rodando estos días, a la espera de la Rapa da Bestas que registrará a mediados de mes, Xacio establece un paralelismo entre la vida de los humanos y la de los animales. En concreto, entre el hilo vital de la protagonista (Carme, interpretada por María Vázquez) y el de los caballos salvajes que cada año son sometidos a la rapa das bestas. "Quiero hablar de los instintos, de la piel de los animales, de las relaciones que tenemos con ellos", explicaba ayer Baños a este diario.

"Se trata de una familia rota, en la que cada uno va por su lado. Hay una metáfora entre el curro de los caballos y la relación entre los humanos que estamos constantemente haciéndonos daño unos a otros", añadió. La sinopsis del filme la presenta como una historia de una mujer que vive en una aldea en el interior de Galicia junto a su padre y su madre. Una vez esta fallece, su deseo de huir del lugar, donde trabaja como panadera, se hace más fuerte al tiempo que se acrecentan sus heridas. Sin embargo, antes de tomar una decisión, deberá vivir la Rapa y soportar la dialéctica con su progenitor (Celso Bugallo) y su hermano (al que da vida Diego Anido) recién llegado de Madrid con su mujer.

La idea de Xacio Baños es dar protagonismo a las imágenes y sentimientos sin prisas en el ritmo con una narración audiovisual con huella propia. El cineasta gallego es consciente del riesgo que supone saltar de los cortometrajes a los largometrajes después de haber conseguido con el pequeño formato el tener pases, premios y menciones en festivales tan prestigiosos como el de Clermont-Ferrand, Locarno, Málaga, Slamdance o Sevilla, entre otros hasta sobrepasar los 150- a los largometrajes, aunque intenta minimizarlo.

Baños por último, recalcó que el llegar a San Sebastián el próximo año lo logrará por una residencia de dos meses que tuvo allí tras una selección: "Ahora, tendremos la oprtundiad de mostrar allí la película".