El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno acordó ayer libertad bajo fianza de 100.000 euros para tres de los 18 detenidos por la trama de falsos arreglos musicales para emitirlos en programas televisivos de la franja nocturna, según han informado fuentes jurídicas.

Los tres imputados son el pianista gaditano Manuel Carrasco, el compositor Fernando Bermúdez y el productor Rafael Tena -hermano del fallecido cantante Manolo Tena--. Carrasco y Bermúdez son socios fundadores de la productora musical Eurodelta Music, dedicada a la selección de composiciones musicales para la edición de vídeos musicales.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 ha dado a los tres un plazo de 72 horas para pagar la fianza. El auto estipula que quedarán en libertad, pero que, de no abonar los 100.000 euros, ingresarán en la cárcel, en contra del criterio de la Fiscalía, que había pedido prisión eludible bajo fianza.

El magistrado imputa a Carrasco, Bermúdez y Tena, todos ellos socios de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), los delitos de corrupción en los negocios, estafa y organización criminal, según las citadas fuentes. Está previsto que el resto de detenidos en esta trama vayan pasando a disposición judicial en los próximos días.

La operación se desarrolló el pasado martes en la sede de la SGAE, donde los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional pidieron documentación de varias televisiones. El operativo no se centra en la SGAE como institución, sino en determinados asociados que habrían participado en una trama de falsos arreglos musicales para emitirlos en programas televisivos de la franja nocturna.

El entramado usaba testaferros para ocultar las ganancias generadas con la música de baja calidad y de dominio público a base de falsos arreglos. Luego eran emitidos en programas nocturnos de televisión, en connivencia con algunos responsables de programación de estas cadenas, generando un enriquecimiento injusto a través del pago de derechos de propiedad intelectual canalizado por la SGAE en sus liquidaciones.

Algunas cadenas de televisión están siendo investigadas por "maximizar las ganancias que pueden obtener en concepto de retorno por parte de la SGAE". Para ello, programaban música de la que adquirían los derechos como contraprestación de su emisión bajo la fórmula de lo que se viene a denominar "música inaudible".

Por este fraude se conoce a la emisión de las obras como un fondo musical que no es percibido por el oído del espectador en ningún momento, si bien es declarado como música emitida para generar derechos de autor, lo que permite que un grupo de autores y editoriales se enriquezcan de manera injusta.