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Rui Pereira: "La solución de izquierdas portuguesa demuestra que hay un camino distinto"

"Los partidos tradicionales, incluidos los socialistas, no han comprendido el papel político de los jóvenes; la izquierda tiene que modernizarse"

El político luso Rui Pereira, durante un momento de la entrevista. // Julián Rus

Miembro del Partido Socialista luso, el vicealcalde de Sintra, Rui Pereira, dirigió las campañas de Mario Soares, António Guterres (actual secretario general de la ONU) y José Sócrates. Pereira cree que la solución de izquierdas portuguesa, un gobierno socialista apoyado por comunistas y la izquierda alternativa, ha demostrado su éxito y que "hay un camino distinto" a las políticas de recortes que plantea Bruselas, a pesar de que Europa se haya construido bajo reglas liberales y conservadoras. Consciente de la crisis de la socialdemocracia, el político portugués Rui Pereira se muestra preocupado por el deterioro que se aprecia en países como Francia y España, y aboga por "una modernización de la izquierda", por hacerla más próxima al ciudadano y dar más cabida a los jóvenes, con un papel político más activo.

-¿Cómo está la situación en Portugal?

-Políticamente, estable. A la Comisión Europea y los poderes de Europa no les ha gustado la solución política adoptada en Portugal, con un gobierno del Partido Socialista, pero con el apoyo del Partido Comunista y el Bloque de Izquierda. Ha incomodado mucho a las élites. Pero eso se ha ahuyentado con los resultados económicos. Estamos creciendo al tres por ciento, tenemos los euros más bajos, estamos incrementando las exportaciones, el turismo se ha disparado... Por tanto tenemos una buena situación, con riesgos, porque llegamos a tener una deuda muy alta.

-Tienen mucha deuda.

-Los partidos de izquierda están adoptando una estrategia para reducirla. La primera reacción de Europa fue negativa. Pero ahora muchas voces empiezan a decir que es posible. Ahora tenemos el déficit más bajo de los últimos diez años. Lo hemos reducido y somos nuevamente un miembro europeo de derecho. Hemos demostrado que hay un camino distinto a que los más pobres paguen las consecuencias de la crisis y los excesos de la banca.

-En España, la búsqueda de una solución a la portuguesa ha partido a los socialistas.

-Nosotros no nos hemos dividido. Algunas personas no estuvieron de acuerdo, pero se conformaron. Algunos, en nombre de una ética radical, dijeron que no debíamos formar gobierno al no haber sido el partido más votado. Pero la Constitución portuguesa dice que lo que cuenta es el soporte parlamentario, y ese lo tiene el Partido Socialista. Eso se ha pasado sin ninguna ruptura. Hay uno o dos que siguen diciendo que no ha sido una buena solución, porque en el futuro, el Partido Socialista puede tener una pérdida de valor electoral. La realidad no está demostrando eso. El Partido Socialista se ha recuperado electoralmente.

-¿Cómo ve un socialista portugués el proceso que está viviendo el socialismo español?

-El PSOE y los líderes socialistas españoles siempre fueron muy queridos en Portugal. Felipe González era recibido como un gran líder. Zapatero ha ido muchas veces a Portugal. Lo que nos preocupa es la degradación del sistema partidario. Como sucede en Francia y muchos países. Tiene que ver con la incapacidad de Europa para dar una respuesta a la crisis. Estados Unidos tuvo una respuesta más rápida. Europa terminó pagándola con los trabajadores más pobres. Eso ha traído un gran descrédito de los partidos tradicionales, y el socialismo está atravesando una gran crisis. Aunque el gran impulso a la idea europea correspondió a las izquierdas, hemos perdido la paz, ya que Europa se ha construido bajo las reglas liberales y conservadoras. Es más difícil para la izquierda dar una respuesta a ese tipo de políticas. Por eso es normal que haya una gran indefinición sobre el papel de los partidos de izquierda.

-¿Cómo puede recuperarse el socialismo?

-No podemos olvidarnos del papel de los jóvenes. Tienen cada vez más un papel político más activo. Y los partidos de izquierda no han comprendido eso. Tienen que dar expresión a las nuevas relaciones, al nuevo mundo, mucho más rápido, más digital. Y la izquierda en ese aspecto es un poco conservadora, tiene que hacer su camino de modernización y de mayor proximidad a los ciudadanos. Hay que escuchar y estar próximo a los ciudadanos.

-Ha dirigido las campañas electorales de Soares, de Sócrates, de Guterres...

-Guterres es una persona muy especial, un socialista católico. Cuando era primer ministro de Portugal, teníamos un grave problema de déficit, y los ministros de finanzas le decían que era preciso aplicar políticas restrictivas. Guterres decía: si hay que perjudicar a los más pobres, yo no sirvo para gobernar, que venga otro. Y eso demuestra muy bien la conciencia social de Guterres, que es un buen amigo y tiene toda mi admiración. Estoy convencido de que va a tener un mandato con mucha preocupación social y una gran voluntad de acercamiento entre los pueblos, aunque el momento es de lo más difícil, con Trump en Estados Unidos, Merkel en Alemania...

-Sócrates terminó mal...

-Su gobierno sufrió el impacto de la crisis. Luego tuvo un problema con la Justicia, que es lo que se tiene que resolver ahora. Tenemos que esperar. Fue un gran primer ministro, responsable de uno de los mayores impulsos de modernización que ha vivido Portugal.

-¿Cómo se ve la corrupción española desde Portugal?

-Es un fenómeno universal, hay en todos los países. Los alemanes tienen una imagen de grandes gestores, pero hay varios presos por un caso de venta de submarinos a Portugal. Hay alemanes corruptos. Generalmente se asocia a los países latinos, pero la hay en todos los países. Lo importante es que la podamos combatir. Hay que incrementar los controles, pero también resolver el problema de las retribuciones, hay personas que gestionan millones y millones y tienen luego unos sueldos muy cortos. Pero hay corrupción desde el principio de la historia.

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