Uno de los mejores columnistas y escritores actuales de la literatura en español recaló ayer en CLUB FARO para verter opiniones sobre adolescencia, futuro de la humanidad y el oficio del narrador de historias. Juan José Millás, colaborador del decano, regresó con su charla-coloquio "Literatura y periodismo" en la que presentó su última obra, Mi verdadera historia (Seix Barral). Durante su intervención, señaló que "la humanidad no va hacia ningún sitio, va hacia la autodestrucción y a ciegas".

Para corroborar su tesis, conectó su discurso con el de Cyril Dion en su obra Demain (Mañana) -que ha sido llevado al lenguaje audiovisual bajo el mismo nombre- señalando que dicho libro "cuenta cómo estamos ya al borde de la autodestrucción sin ser conscientes". Para Millás, que fue presentado por el profesor de Literatura Española de la Universidad de Vigo Manuel Ángel Candelas, los políticos hablan "para un tiempo que ya no existe" ya que, en la actualidad, nos encontramos en el "punto crítico". Millás se refirió a este último concepto, no desde la perspectiva de la termodinámica ni matemáticas, sino desde el punto de vista de la evolución de la historia en la que la humanidad se encuentra ante un momento complicado que incluye un cambio de paradigma.

Para él, esta modificación del esquema "no tiene parangón en la historia" a excepción de la época de la prehistoria cuando apareció el pensamiento simbólico. "A mí, me interesa desde hace mucho tiempo Atapuerca, que visité hace unos años. Fue una experiencia brutal, fue como ir a la casa de los abuelos. (?) Allí, ves cómo aparece el pensamiento simbólico cuando el hombre se convierte en hombre" en un "momento frontera" en el que el homínido pasa a preocuparse por su estado después de la muerte, por lo que le acontece a esa persona ya fallecida. "Ahí empieza lo que llamamos el progreso, que tiene dos acepciones. Una es avanzar pudiendo ir hacia el abismo; y otra", ir hacia "algo mejor".

En la actualidad, al igual que otros pensadores, cree que se está viviendo un "momento histórico muy complicado". Indicó que en los últimos diez años, ha cambiado la vida pasando de modificaciones "lineales" a "exponenciales". Con estas últimas, "el cambio se dispara". Como prueba, presentó el vaticinio de expertos que señalan que "la destrucción de empleo va a ser brutal" en el futuro próximo debido a la implementación de una tecnología que lo está modificando todo.

"Si te pones en los zapatos de un joven que vive este cambio de paradigma", señaló, nos daremos cuenta de que esa persona "está llena de incertidumbres". Juan José Millás prosiguió poniéndose en la piel de los adolescentes opinando que "esta es una época malísima" para ellos. El adolescente tiene un agujero negro en su pecho por falta de identidad. (?) La lectura ayuda mucho a la construcción de la identidad; te ofrece experiencias reversibles. Un día puedes ser asesino, otro policía. El adolescente tiene déficit de identidad, por eso, es tan importante el grupo de pertenencia y los ritos de paso de la adolescencia. Con pocas cosas se sufre más que con la exclusión del grupo. Ahora las formas de crueldad que el grupo puede ejercer son tremendas. Yo no me atrevería a meterme con los adolescentes. ¡Qué complicado es ser adolescente en estos momentos y qué complicado para los padres!

Precisamente, sobre la adolescencia habla en su último libro, Mi verdadera historia, que presentó ayer en CLUB FARO. Allí, señaló que "toda la adolescencia está marcada por un secreto, un sentimiento de culpa. No hay adolescente que no arrastre un secreto que puede ser una cosa banal que él vive como algo dramático". En el caso de su protagonista, se trata de un suceso que le acontece a la edad de 12 años cuando acude a un puente para comprobar la Ley de la Gravedad y tira una canica a la autopista. La bolita acaba impactando en un conductor que pierde el control del vehículo en el que viaja su familia, falleciendo todos excepto una niña de su edad a la que le unirá el destino de forma más sentimental en el futuro.

Tras resumir el arranque del relato, Millás confesó que "a mí, me interesa más la figura del padre, porque el padre (crítico literario) está obsesionado con la ficción, la novela. Él quiere un hijo de ficción y el hijo va respondiendo a su deseo, ya que se convierte en un personaje novelesco, y ahí se encuentran, en un territorio entre ficción y realidad". Añadió que le gustaría "escribir un libro sencillamente complejo o complejamente sencillo" y como modelo situó "La metamorfosis", de Kafka, que, según expresó, no presenta ningún problema de lectura pero que, al mismo tiempo, posee "una carga de profundidad muy grande".