El coste que hasta ahora debían pagar los usuarios de telefonía móvil por llamar, enviar SMS o conectarse a Internet en itinerancia, más conocido como roaming, despareció de la UE desde ayer, lo que permitirá a los ciudadanos comunitarios utilizar sus dispositivos móviles en el resto de países de la UE "como en casa".

La llegada del fin del roaming en la UE se produce tras un largo proceso de negociación de casi diez años y que ha llevado a rebajar desde 2007 en casi un 90% el coste de las llamadas u otras comunicaciones móviles cuando se está en otro Estado miembro. Desde ayer, los europeos no pagarán por el roaming en ninguno de los 28 países de la Unión Europea: Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia, España, Suecia y Reino Unido.

Más tarde se añadirán los países del Área Económica Europea (Islandia, Liechtenstein y Noruega) y algunas operadoras españolas han ido más allá y también incluyen otros países como EE UU en sus tarifas de "roaming como en casa".