El Día Mundial del Medio Ambiente (ayer) se celebró este año en medio de la resaca de la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de abandonar el Acuerdo de París sobre cambio climático, una salida que para Antón Lois, de la organización Amigos da Terra, supone un retroceso de treinta años en la lucha contra el calentamiento global que el planeta no puede permitirse. "Habíamos conseguido un compromiso para reducir un 20-25% las emisiones de CO2 para 2050, algo tangible, medible. La decisión de Trump nos coloca donde estábamos 30 años antes y desde luego si entonces ya era urgente tomar medidas, hoy no nos podemos permitir el lujo de retroceder. Este planeta no puede permitirse esto", afirma el ecologista vigués.

El ecologista vigués recuerda que el cambio climático ha dejado de ser hace tiempo una posibilidad. "Esa fase, por desgracia, ya la pasamos. Hoy, el climático es una evidencia. Los datos son objetivos y lo que nos dicen todos los datos es que el clima ya lo hemos cambiado. Y lo vemos en Galicia. Sus efectos los tenemos en el régimen de lluvias, cada vez más torrenciales y repartidas en menos días; ya tenemos los datos medidos del aumento global de las temperaturas y del nivel del mar y también del incremento de las temperaturas de las aguas de las rías", explica el portavoz de Amigos da Terra, ONG que ayer presentó, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, la campaña de sensibilización y educación ambiental que desarrollará en O Morrazo encaminado a implantar la cultura del "residuo cero" en esta comarca pontevedresa.

El cambio climático también se manifiesta en Galicia en su biodiversidad. "Especies de las rías que estaban habituadas al agua fría se están desplazando al norte, están aumentando la duración y la intensidad de las mareas rojas, y la fenología de la vid también está cambiando. Y todo esto tiene repercusiones económicas", aduce.

Precisamente ayer se inauguró la Conferencia Mundial sobre los Océanos, la primera en esta materia que acoge la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. En su intervención, el secretario general de la ONU, António Guterres, alertó sobre la amenaza que supone el deterioro de los océanos y urgió a "dejar a un lado el beneficio nacional a corto plazo para evitar una catástrofe global a largo plazo". "El cambio en las corrientes marinas tendrá un serio impacto en los patrones meteorológicos, y debemos prepararnos para tormentas y sequías más frecuentes", alertó Guterres.

"La contaminación de los océanos es increíble. Lo vemos en nuestras campañas de limpieza de playas. Nos hemos encontrado de todo, desde un envase de Japón a miles de palos de bastoncillos, que la gente tira y acaban llegando a las playas", asegura Vanesa Rodríguez, voluntaria de Greenpeace en Galicia, organización que ha presentado al Gobierno de Mariano Rajoy un decálogo de medidas para incorporar a la futura ley de cambio climático, que ha de empezar, sostiene, por la transición energética hacia las energías renovables. "El cambio climático necesita una respuesta política firme y urgente, con objetivos y medidas en todos los sectores que participan en el problema", argumenta esta ONG.

Por su parte, Rubén Pérez Sueiras, de Libera Galicia, aboga por el "sentido común" para que no se den casos como el del chorlitejo patinegro o "píllara das dunas", en declive debido a la contaminación de las costas, el turismo masivo, la limpieza mecánica de los arenales y la alteración de las playas y sistemas dunares. "Su situación es dramática", afirma.

También la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) se sumó ayer al Día Mundial del Medio Ambiente, recordando que los restos de cigarrillos son la primera fuente de basura mundial, con 4,5 trillones de colillas tiradas cada año, y que cada colilla tarda en descomponerse entre 8 y 12 años.