Los almonteños han saltado la reja a las 3:28 horas, instante en el que el Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte ha cruzado la Concha Peregrina que hace de pórtico del Santuario de la Virgen del Rocío, procedente del rezo del Santo Rosario, dando comienzo la procesión de la imagen.

Instantes después el hermano mayor de la Matriz, José María Acosta, portador de esta insignia, se ha situado cara a cara ante la imagen, y en ese momento, las personas que ya se encontraban entorno al paso han procedido a bajarla del presbiterio para alcanzar la nave central de la ermita entre el sonido de las campanas y continuos vítores y palmas.

La Virgen va ataviada con el traje y el manto conocido como de los Apóstoles, o de las Hermandades, confeccionado por Joaquín Castilla, y adornada con un exhorno floral de amapolas y espigas verdes.

El 'salto de la reja' de este Lunes de Pentecostés ha tenido lugar casi media hora más tarde que el año pasado -03:02-, y ha vuelto a ser un instante de culmen de la devoción y el fervor rociero que provoca una mezcla de sensaciones y emociones difícilmente controlables y entendibles para muchos.

En esta ocasión, la salida ha sido rápida y limpia, ya que se ha logrado mantener prácticamente libre el pasillo central del Santuario, creado mediante un cordón humano protagonizado por almonteños, lo que ha facilitado las tareas de asir el paso de la Virgen y llevarlo hasta la puerta principal.

De esta forma, a las 03:33 a hombros de los almonteños y con el sonido de las campanas de la espadaña de la ermita, la Virgen ha alcanzado la altura del pórtico del Santuario e instantes después ha salido a una explanada frontal copada de gente, después de que tras la llegada del Simpecado de la Matriz la Guardia Civil haya disuelto el cinturón de seguridad establecido durante el Santo Rosario para agilizar su celebración y paliar posibles incidentes.