Vestir con elegancia no depende únicamente de la ropa que nos pongamos. Los complementos son un factor clave para realzar las prendas y añadirle un toque personal a cualquier estilismo del día a día. Entre todos los complementos, los que posiblemente permitan más versatilidad y multiplicidad de combinaciones son las pulseras. Ahora, con la colección de seis pulseras que FARO DE VIGO pone a disposición de todos sus lectores y suscriptores, las muñecas femeninas lucirán con total elegancia destapando su belleza natural.

Son un total de seis piezas elaboradas con perlas cultivadas de agua dulce y piedras naturales, que cuentan con el valor añadido de haber sido diseñadas por la prestigiosa firma barcelonesa de joyería Puig Doria. La primera pulsera estará disponible en los quioscos y librerías a partir de mañana por solo 4,95 euros más el cupón del día. En los fines de semana siguientes, se entregarán las cinco restantes por idéntico importe.

Un toque de distinción

Las pulseras han sido desde siempre piezas indispensables para completar el atuendo de las mujeres en cualquier parte del mundo. Se han encontrado ejemplares hechos con conchas perforadas en restos del Neolítico, con forma de espiral en sepulturas de la Edad de Bronce, en Europa, con joyas en momias del Antiguo Egipto o en las que se pueden observar momias representadas en relieves del antiguo imperio asirio. Griegos y romanos las usaban con formas circulares o espirales, a veces imitando serpientes y, ya en la Edad Moderna, las damas de clase alta las usaban como símbolo de distinción. En la India, además, muchas mujeres llevaban, y llevan aún, los brazos recubiertos de pulseras.

Las pulseras son, por tanto, una tendencia que trasciende épocas y países. Bien elegidas, dan estilo y variedad a la imagen que damos a los demás. Se puede optar por llevar más de una a la vez, consiguiendo un toque dinámico y vanguardista. De hecho, la combinación de pulseras de tamaños, formas, colores, materiales o estilos diversos consigue que las muñecas luzcan distintas, elegantes y muy bellas.

Puig Doria, en este sentido, es una de las firmas de joyería más prestigiosas de nuestro país desde su fundación, en 1948, por José María Puig Doria. Hijo de un arquitecto de renombre colaborador de Gaudí, su formación y su creatividad le llevaron a plasmar en las joyas formas geométricas y arquitectónicas, con influencias del Art Déco. Así empezó una saga familiar de éxito internacional, con exposiciones por todo el mundo y numerosos premios.

Hoy, al frente de la firma se halla el hijo del fundador, junto a una tercera generación de la familia, Cristina y Beth Puig Doria, que siguen diseñando como el primer día colecciones que marcan tendencia en la alta joyería.