Marcos Martinón-Torres no tiene inconveniente en confesar que "estoy viendo cumplido uno de los grandes sueños de mi adolescencia". Arqueólogo de vocación precoz, evoca que "cuando tenía trece o catorce años, quedé fascinado por los documentales que veía por televisión, en los que se mostraban las figuras de aquelos misteriosos guerreros de terracota que, para mí, se convirtieron en un mito". Sin imaginar que un día podría "tocar aquellos guerreros con mis propias manos", en 2001 se trasladó a Inglaterra para trabajar en el Institute of Arqueology University College London, del que es profesor y catedrático.
En 2005, un equipo del UCL britanico dirigido por el gallego entabla contacto con miembros del Museo del Mausoleo del Emperador Quin Shihuang (dependiente del Ministerio de Cultura de China) y, entre ambos organismos, deciden emprender el denominado Proyecto Logística Imperial, dedicado al estudio en profundidad del yacimiento y todo cuanto en él se encuentra. Año tras año, Martinón y sus compañeros han ido analizando todo cuanto caía en sus manos y realizando cada vez más descubrimientos. Algunos nos lo adelanta en estas páginas; otros, se los reserva para "dentro de dos meses, cuando los hagamos públicos oficialmente para todo el mundo".
| ENIGMA 1. EL SORPRENDENTE GRADO DE CONSERVACIÓN. Aunque las figuras de los guerreros de terracota son las que han hecho famoso este yacimiento, desde el punto de vista científico el hallazo más sorprendente fue el del grado de conservación no tanto de las figuras humanas como de las armas (lanzas, espadas, puntas de flechas...) que "brillan y estan afiladas, listas para luchar, como si no hubiese pasado el tiempo por ellas". En un primer término, los especialistas lo atribuyeron a la aplicación de cromo en esas piezas pero, de ser cierta esta teoría, "estaríamos hablando -dice Martinón- de que los artesanos chinos de Xian conocían una técnica, denominada cromado por inmersión química, que en teoría no fue descubierta hasta el siglo XX".Sobre esta insólita teoría trabajan obviamente los investigadores que dirige el arqueólogo gallego, quien desea ser prudente al repesto porque "de poder confirmarlo, y esperamos poder hacerlo en pocas semanas, sería un descubrimientro trascendental en la historia de las civilizaciones".
| ENIGMA 2. ENCUENTRO DE CIVILIZACIONES. Descartada de manera rotunda la teoría de los "orígenes extraterrestres" que algunos han querido "vender", lo que sí en cambio demuestra de facto el yacimiento de Xian es que, ya a la altura la época en que se construyó el mausoleo, "e incluso muchísimo antes", existían unas relaciones más fluidas de lo que se cree entre las culturas orientales y occidentales, no en balde está suficientemente demostrado que de la cultura helenística se han encontrado huellas hasta en la India. Los estudios llevados a cabo hasta por el Proyecto Logística Imperial hallan precisamente patentes similitudes con el arte griego, especialmente en el diseño de las figuras humanas como "las de unos acróbatas que muestran una musculatura que nos recuerda las de las estatuas griegas". Pero es que, además de la helena, Martinón también cree haber patentes signos de que en aquella China milenaria tuvo que haber algún tipo de contacto con la civilización egipcia de los faraones, algo que se reflejaría no solo en las colosales dimensiones del monumento funerario a mayor gloria del emperador, sino también "en ciertas técnicas del tratamiento de la cera en varios de los objetos encontrados". Por último, "no es muy normal encontrar en la antigua civilización china representaciones de esculturas humanas figurativas ni armas de hierro, como tampoco el interés por el oro. Esas son, sin duda, unas influencias probablemente occidentales".
| ENIGMA 3. UNA CIUDAD-TUMBA. Si bien durante los primeros años tras el descubrimiento, cuando se hablaba de Xian se citaba solamente el mausoleo, a estas alturas de las investigaciones, Martinón Torres no duda en afirmar que, además de ante el propio y ya de por sí colosal "urbanización funeraria" ,que ocupa la friolera de 100 kilómetros cuadrados (equivalentes al territorio que ocupa Vigo), lo que hay en Xian es una auténtica ciudad-tumba. "Nosotros -refiere el catedrático- llevamos ya documentadas más de 600 fosas radicadas en torno al mausoleo imperial, lo cual nos lleva a pensar que el propósito de Qin Shihuang no era solo erigir su propia tumba, sino la de toda su ciudad entera, con todos sus habitantes humanos y no humanos, con vistas ¿quien sabe? a una futura resurrección". Suena escalofriante pensar que pudiésemos estar ante una ciudad-tumba del tamaño de Galicia, pero es una posibilidad hoy por hoy científicamente probable.
| ENIGMA 4. LA RELIGIÓN. Una de las preguntas clave que se efectúan sobre el yacimiento de Xian es el de la religión. Por sus colosales dimensiones y una serie de características superficiales, no cuesta nada relacionarlo con las pirámides de los faraones egipcios. La diferencia estriba en que, salvo excepciones (se han encuentrado restos de algunos de cadáveres de los trabajadores, así como de animales, especialmente de caballos), Quin Shihuang no se hizo enterrar sacrificando a su familia y a sus guardias de confianza para que sus cuerpos viajasen juntos con él rumbo a la eternidad o a una resurrección, sino que prefirió emprender ese viaje con la compañía de las figuras de terracota, entre las cuales aunque las más conocidas son los guerreros, también hay otras de acróbatas, músicos, sirvientes... ¿Por qué optó por hacerlo así? "Este es para mí un gran misterio todavía -reconoce Martinón-Torres-. La relación con Egipto semeja evidente, pero enterrarse con su familia, sus sacerdotes y su guardia de confianza no era solo una costumbre egipcia, sino que también se daba entre los caudillos chinos preimperiales. Lo más que puedo atreverme a adelantar a este respecto es que, o bien aquí ya hay signos que evidencia la doctrina de Confucio, o tal vez que, debido a las constantes guerras entre los diferentes caudillos preimperiales, la población hubiese descendido tanto que sería contrapoducente sacrificarla, una tesis que cobra verosilitud si, efectivamente, se demuestra la teoría de la ciudad-tumba".
| ENIGMA 5. LOS ARTESANOS. Para fabricar las miles de figuras que yacen en Xian, se manejó la posibilidad de que el emperador hubiese montado toda una gran factoría, pero las investigaciones del Proyecto Logístico Imperial apuestan porque, en realidad, de lo que se trató fue de cientos de pequeños talleres artesanos trabajando juntos y al unísono. De dónde les vino el conocimiento de tan adelantadas técnicas de conservación, esculpido y tratamiento de las materias primas continúa siendo un misterio hasta ahora irresoluble.
Vigo y la espectacular acogida a la exposición de los guerreros de Xian
- Si en la actualidad el público gallego está bastante familiarizado con todo lo que atañe al primer emperador chino y sus fascinantes guerreros de terracota, se debe en buena parte a las alrededor de 30 mil peronas que visitaron la exposición "Terracotta Warriors. The army of the first emperor of China" que, organizada por FARO, permaneció abierta en Vigo hasta el pasado 12 de marzo. A través de la muestra, muy rigurosa desde todos los puntos de vista, los visitantes pudieron informarse del fruto del trabajo de más de cuarenta años en los que los arqueólogos han dejado al descubierto más de 6.000 figuras, todas ellas diferentes, aunque el total se estima en unas 8.000. Sin embargo, el ejército de terracota es solo la punta del iceberg de uno de los mayores descubrimientos de la era moderna, y continúa el debate sobre lo que realmente se oculta bajo el suelo. El mausoleo se encuentra a unos 30 kilómetros al este de la ciudad de Xian, en el distrito de Lintong, provincia de Shaanxi, al noroeste de China. Se calcula que Emperador dedicó cerca de 38 años a construirlo y, junto a otras 181 tumbas extendidas por la zona, cubre una superficie total de 100 kilómetros cuadrados; se cree que para su edificación trabajaron más de 700.000 obreros. Fue edificado según el plan urbanístico de la ciudad de Xianyang, antigua capital de la dinastía Qin, dividida también en dos partes: interior y exterior, con forma de pirámide truncada con una base de 350 metros y una altura de 76 metros. El mausoleo permaneció olvidado y enterrado 2.000 años. La cámara funeraria y la tumba aún no han sido abiertas y se encuentran en el centro del palacio subterráneo del mausoleo. La tumba está ubicada entre una réplica de la China y un mar de mercurio y la cúpula de la cámara, con joyas y pinturas simulando a las estrellas, según las fuentes antiguas. Sorprende tanto el número de figuras como el detallismo de las mismas, y el hecho de que, a pesar de seguir un esquema general común, son todas diferentes. Muchas de ellas portan armas reales y otros accesorios.
