El océano las expele, con el temperamento de una marejada o con la suave cadencia de una travesía a nado, por impropias de su populoso y diverso mundo submarino. Y, como si de un estornudo naval se tratase, las arroja hasta la arena de centenares de playas gallegas. Son toneladas. Restos de desechos de materiales, recostados como moribundos tras un naufragio. Los plásticos, que forman auténticas islas mar adentro, son las huellas de una sociedad de consumo que ha elevado de forma exponencial la política de 'usar y tirar'.

Decenas de esos materiales recogidos en los arenales gallegos, como maderas a la deriva, cristales pulidos, arena, conchas, plásticos degradados por el sol, puntas oxidadas por el paso del tiempo, fibras de vidrio, telas rotas... entre otras fibras sintéticas, cobran una segunda vida. Forman parte de los lienzos del abogado Daniel Alvariño que, durante todo el año recoge desechos marinos para después reciclarlos y convertirlos en obras de arte. "Nuestra inspiración son los puertos y paisajes gallegos, las escenas cotidianas que cualquiera puede observar paseando por algún pueblo costero y nuestras playas, sin duda, las mejores del mundo", señala el artista.

Las piezas son elaboradas de forma artesanal. Puertos, casas, campos y escenas fácilmente reconocibles en cualquier pueblo costero de Galicia son las temáticas que siguen sus creaciones, donde el único material artificial que puede llegar a haber es el pegamento o la pintura.

Entre todos los materiales que utilizan en las composiciones destaca la madera a la deriva, que es la base de todas ellas. "Las formas y colores que el mar, la arena y el sol les dan son imposibles de igualar", apunta. Además, añade, que "elaboramos pura artesanía gallega, además de reciclar, limpiamos nuestras playas lo que da valor añadido a nuestro trabajo. El reciclaje, hoy en día, es la clave para mejorar el medio ambiente", concluye el abgado gallego que fundó la empresa "Cuatro Pececitos". La firma nació en Ferrol en 2012 y es la única empresa en España dedicada a esta actividad. Daniel Alvariño, con su mujer Ana Esteban y sus cuatro hijos -de ahí el nombre de la empresa-. Recientemente estuvieron en Vigo, en "O Mercado da Arte" en O Calvario, donde expusieron más de treinta piezas de distintos tamaños elaboradas con restos recogidos en los arenales gallegos, principalmente de Ferrol y su comarca.