Un pez payaso llamado Nemo es el protagonista de la sexta película de animación más taquillera de la historia, "Buscando a Nemo". Pues bien, "Pixar no contó toda la verdad en el argumento", sonríe el científico Fran Saborido. La historia se basa en un padre pez payaso llamado Marlin, que va en busca de su pequeño hijo Nemo, después de que se quede huérfano porque le a su madre se la ha comido una barracuda. "En ese momento, el padre de Nemo se convertiría en su madre", revela Saborido, "y él pasaría a ser adulto". Una trama, quizás, demasiado compleja para el público infantil. Lo más seguro -también- es que Nemo saliera del arrecife.

Y es que el pez payaso es una especie hermafrodita protándrica (cambio de sexo de macho a hembra) en la que cada familia está conformada por dos o más individuos con una jerarquía social basada en el tamaño, donde solamente los dos de mayor tamaño son maduros y monógamos, siendo la hembra la dominante.

"Hay dos elementos clave que explican el éxito evolutivo del pez payaso. Por una parte, su simbiosis con las anémonas que les proporcionan refugio y, por otra parte, su capacidad para cambiar de sexo rápidamente al fallecer su pareja", explican los expertos.