El Papa Francisco viajará los próximos 12 y 13 de mayo al santuario de Fátima, en Portugal, en la que será la primera verdadera peregrinación de su pontificado, ya que no habrá actos oficiales sino sólo oraciones y homilías.

Francisco llega como peregrino a Fátima en un momento "agitado para el mundo", como explicó el patriarca de Lisboa en Portugal, cardenal Manuel Clemente, en su discurso de apertura de la reciente Asamblea Plenaria de los Obispos de Portugal.

El cardenal portugués indicó que actualmente "el escenario mundial es agitado, los problemas globales son muchos y el sentimiento de peligro aumenta exponencialmente", y recordó que las apariciones de la Virgen María a los tres pastorcillos se produjeron durante la I Guerra Mundial.

Al igual que Pablo VI, en una visita que causó polémica al no contener actos oficiales, Francisco estará pocas horas en el santuario de Fátima para participar en el centenario de las apariciones y canonizar a Francisco y Jacinta, los dos hermanos a quienes junto a su prima Lúcia se les apareció la Virgen.

Se trata de su 19 viaje internacional, aunque para el Vaticano está considerado un "peregrinaje" y no un viaje apostólico en si mismo, ya que no habrá discursos a las autoridades o visitas oficiales.

Al igual que Pablo VI, Francisco no visitará Lisboa pues aterrizará en la base aérea de Monte Real y allí mantendrá un encuentro privado con el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, donde se producirá el tradicional intercambio de regalos, pero sin discursos.

Desde allí se trasladará en helicóptero, un vuelo de 20 minutos, al estadio de fútbol de Fátima y desde allí recorrerá unos tres kilómetros en el "papamóvil" hasta llegar al santuario.

Su primera etapa será la capilla, construida en el lugar donde los tres pastorcillos aseguraron que habían sido testigos de varias apariciones de la Virgen, y allí tendrá un momento de recogimiento en privado; después pronunciará una oración para los fieles y les impartirá la bendición.

Una oración en la que se espera que Francisco, que habla de que nos encontramos inmersos en una "Tercera Guerra Mundial a trozos", invoque a la paz como ya hizo Benedicto XV, en plena I Guerra Mundial y ocho días antes -5 de mayo- de la noticia de las apariciones.

"Como ha pedido la Virgen de Fátima, a donde me dirigiré en peregrinaje dentro de pocos días, en ocasión del centenario de la primera aparición, recemos por la paz", anticipó el pasado domingo Francisco durante el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro.

Tras algunas horas de descanso, a las 22.00 horas en España participará en la vigilia y en el acto de bendición de las velas y antes del rezo del rosario dedicará unas palabras a los fieles.

El Pontífice argentino comenzará la jornada del sábado con una reunión con el primer ministro, António Costa, quien acudirá a visitarle en la Casa de Nuestra Señora de Carmo, donde Francisco pasará la noche al igual que sus antecesores cuando visitaron Fátima.

Después irá a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y allí saludará a un sacerdote, el más anciano de Portugal, con 104 años, y que ha vivido toda la historia del santuario, y rezará en la tumba de los beatos Francisco y Jacinta.

Francisco celebrará además una misa en el Santuario durante la que canonizará a los dos hermanos, que, junto su prima Lúcia, fueron testigos de las apariciones marianas.

Otra decisión personal del papa y que supone la primera canonización en tierras portuguesas, ya que estas ceremonias se suelen realizar en la basílica de San Pedro.

Tras la misa, es tradición que se produzca la bendición de los enfermos y esta vez será el Papa quien se dirigirá a ellos con un discurso.

Tras almorzar con los obispos portugueses, volverá a la explanada del santuario para un último recorrido en "papamóvil" entre los fieles y desde allí se dirigirá al aeropuerto, desde donde regresará a Roma a las cuatro de la tarde hora española.