Xosé Carlos Arias aseguró que la crisis de 2008 acabó con la creencia de que se habían acabado los ciclos financieros y que se había alcanzado, por fin, un mundo estable. "2008 nos demostró que vivíamos sobre una bomba de deuda", dijo el catedrático de Economía de la Universidad de Vigo, un endeudamiento, recordó, sin precedentes. "En 2008, la deuda pública de los principales países desarrollados estaba entre 300 y 500 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto) anual, un nivel de deuda que nunca se había alcanzado", explicó.

Arias también alertó de que hay señales que apuntan a nueva burbuja financiera. "Los únicos responsables políticos que han estado al quite durante todos estos años han sido los bancos centrales. Sin la política del Banco General Europeo no sé que hubiera pasado porque los gobiernos estuvieron ausentes. Como consecuencia de estas políticas, han multiplicado su bagaje por cuatro, por cinco, por lo que estamos otra vez en un mundo desconocido", dijo el catedrático, que a respuesta de un espectador, reconoció "no llorar" por que el tratado de comercio único que estaban negociando la Unión Europea y Estados Unidos no salga adelante.

Por otra parte, Antón Costas habló de derechos y aseguró que el ciudadano no puede solo exigirlos, sino que tiene que implicarse. "¿Por qué he de tener más derechos yo como persona mayor a tener garantizada mi pensión cuando los sueldos de quienes me la van a pagar, que son mis hijas, no llegan a 900 euros?", se preguntó el catedrático, que también habló del cambio de cuadro político, que ya no traza una línea horizontal, con la izquierda y la derecha en sus extremos, sino que está atravesado por otro eje donde se sitúan las ideas de una economía globalizada y una economía nacional. "Posicionarnos dentro de este cuadro es el gran reto, esto es civilizar el capitalismo, hacerlo más moral y más humano", concluyó Costas.