La búsqueda de vacunas contra el sida sigue avanzando y ya está dando resultados prometedores. En esa carrera, participan investigadores gallegos de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) que se afanan en dos proyectos distintos en la lucha contra el VIH. Uno acaba de ser iniciado, pero otro está ya bastante avanzado, en plena fase preclínica con experimentos en monos.

"La vacuna del sida es uno de los grandes retos. Nosotros aportamos el transportador, la nanopartícula que porta el antígeno. Estamos más avanzados porque ya hemos llegado a monos pero el paso de simios a humanos es muy complejo. Los requisitos son muy altos. Estamos en una preclínica avanzada pero es difícil predecir el tiempo que resta hasta llegar a la fase clínica", explicaba ayer la profesora de Tecnología Farmacéutica de la USC María José Alonso.

Esta investigadora gallega -aunque nacida en León- es una experta mundial en nanotecnología. Con ella, el equipo que dirige procura llevar los fármacos hacia las dianas terapéuticas utilizando partículas transportadoras extremadamente pequeñas. "Con la nanotecnología, se busca que el fármaco llegue a donde tiene que llegar. A veces, el vehículo es tan esencial como el fármaco transportado", puntualizó.

En dicha búsqueda, la universidad gallega aporta el único grupo europeo de un consorcio formado por equipos de investigación de Estados Unidos y Canadá con los que lleva tres años trabajando, tiempo en el que han recibido financiación, entre otros, del Instituto de Salud Norteamericano.

El segundo frente de la universidad compostelana contra el sida lo libra con un consorcio europeo con inmunólogos catalanes con los que acaba de empezar a trabajar. El antígeno que estos emplean en las pruebas es diferente al del consorcio americano-gallego.

Cáncer de páncreas

Además de procurar una vacuna contra el VIH, el equipo que lidera María José Alonso también confía en aportar su granito de arena para un tratamiento frente cáncer de páncreas. "Esperamos conseguir financiación del programa "Ignicia" de la Xunta que nos permitiría llevar a la fase clínica dicho fármaco", apuntó.

Chron y otras enfermedades intestinales

María José Alonso acaba de coordinar el proyecto internacional "Nuevos nanomedicamentos orales: transporte de macromoléculas a través de la barrera intestinal" del consorcio europeo Trans-INT , constituido por 16 socios, de los cuales tres eran españoles; dos de ellos, de la USC. El proyecto -clausurado la pasada semana en Compostela- buscaba evaluar el potencial de la nanotecnología para la administración por vía oral (boca) de moléculas complejas. Estas se entienden por péptidos, proteínas, material genético, biomoléculas de última generación "que son los fármacos más atractivos y potentes en estos momentos", explicaba ayer Alonso.

Esta científica matizó que "a día de hoy, no existen formas de administración adecuadas para ellas. De hecho, uno de los problemas de estos fármacos de última generación es que no se pueden administrar por vía oral; han de inyectarse. Pero las inyecciones no valen para todos los días porque tienen en su contra la oposición del paciente así como un alto coste".

Enfermedades de tipo crónico como la artritis, diabetes, obesidad o dolencias intestinales se tratan ya con moléculas de última generación. El deseo de la industria farmacéutica es administrarlas de forma oral. En esta línea, el grupo de María José Alonso ha solicitado tres patentes, una de las cuales se refiere a un prototipo que podría ser útil para dolencias grastro-intestinales.

"La nanopartícula interacciona muy bien con la pared del intestino; queda ahí instalada, en vez de perderse por las heces. Sería muy interesante para tratar colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, entre otras", apuntó la científica que, desde el pasado año, es miembro de la National Academy of Medicine (Academia Nacional de Medicina) de Estados Unidos.