Normalizar la vejez, estableciendo los vínculos necesarios para que cada persona mayor pueda cumplir con la vida que desea vivir, de la forma más parecida a como ha sido hasta ahora. En suma, respetando los deseos de cada individuo. Esta esta es la base en la que se sustenta lo que se conoce como modelo de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP), un tipo de atención a personas mayores y dependientes que busca satisfacer todas las necesidades vitales y mejorar la calidad de vida de las personas a las que atiende, contando en todo su momento con su participación plena, sus valores y su visión de cómo debe ser su vida.

Sobre este modelo, que aún está en proceso de implantación en España y que muchos gerontólogos consideran el modelo del futuro, impartió el primer curso este fin de semana la Sociedad Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX), que impartió la gerontóloga social y experta en intervención social integral Lourdes Bermejo. "La AICP contribuye a mejorar el sector, no solo por optimizar la calidad asistencial, sino también porque logra que las personas mayores sean tenidas más en cuenta", argumenta la experta, que añade que este modelo aspira a modificar la forma de trabajar y relacionarse con los usuarios para conseguir que estén óptimamente atendidas al mismo tiempo que puedan seguir siendo personas "adultas, valiosas y reconocidas". Para alcanzar esto, la gerontóloga afirma que es necesario que las residencias e instituciones configuren su entorno lo más parecido posible al hogar des usuario y que el trato que se le dispense sea más personalizado e individual, fomentando su capacidad para valerse por sí mismo y permitiéndole que sea él quien tome sus propias deciciones.

"El modelo tradicional prioriza la calidad asistencial, en función del control y de la seguridad, homogeneizando el trato y la oferta de actividades y oportunidades para las personas, diseñando siempre desde el punto de vista del profesional y de la organización, sin tener en cuenta la opinión de la persona", asegura. Por el contrario, el modelo de Atención Integral Centrada en la Persona, tiene al individuo como prioridad. "Ahora sabemos que es necesario evolucionar hacia una manera de trabajar donde se dé voz a la persona para escucharla y, junto con nuestra opinión profesional, llegar a un consenso con ella", argumenta.

En su opinión, la AICP establece los vínculos necesarios para que cada persona mayor pueda cumplir con la vida que desea vivir. Es lo que los expertos definen como "normalizar la vejez". "Aunque muchos profesionales e instituciones ya poníamos en práctica para mejorar la calidad de la atención, no era ni lo habitual ni lo oficial. Sin embargo, esta manera diferente de trabajar y de concebir la atención es el foco esencial de la AICP", expone la experta, que no duda de que este modelo es el modelo del futuro. "Los derechos son para toda la vida. La persona tiene derecho a decidir qué tipo de apoyos quiere para su vida diaria. No hacerlo sería discriminarla por razón de edad o situación física"; afirma