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Rafael Álvarez "El Brujo": "Sé muy bien que, de 400 espectadores, ni 50 habrán leído 'El Quijote'"

Presenta en Pontevedra y Vigo este fin de semana su interpretación de la obra cervantina

Rafael Álvarez "El Brujo", en un momento de la representación. // FDV

Rafael Álvarez "El Brujo" se confiesa un apasionado de la obra de Miguel de Cervantes y le rinde un homenaje único sobre el escenario en la obra "Misterios del Quijote", que llega mañana al Auditorio Municipal de Burela, el sábado a la sede de Afundación de Pontevedra (20.30 horas) y a la de Vigo el domingo (19.30 horas).

-¿Cuándo comenzó su pasión por "El Quijote"?

-Mi proceso de fascinación y apasionamiento por "El Quijote" viene de hace ya muchos años y crece cuantas más claves conozco de la obra. La he leído numerosas veces, además de otros muchos estudios relacionados con ella. En el año 2005 se celebró el primer centenario de la novela, ya que la primera parte se publicó en 1605, y ya preparé entonces una obra vinculada con el texto, "El ingenioso caballero de la palabra", y ahora no pude resistirme a volver a ella.

-¿De qué manera lo acerca al público?

-He atacado la obra por la vía que más me interesaba, la de la conexión con la literatura oral y los romances. Hay un interés fuerte de Cervantes por la tradición oral, que él respeta y ama. El escritor era un apasionado de todas esas historias que circulan y hace constantes referencias a ellas. Y éste ha sido mi punto de unión porque yo también soy un contador de historias ya que hago monólogos, que es algo muy parecido aunque con unas características más actuales. También me atrae especialmente el aspecto que hace que la obra sea muy moderna, que es que el autor no se refiere a sí mismo como autor, sino que aparece camuflado. Del mismo modo, yo no quise hacer un papel o incorporar la figura del Quijote o de Sancho, sino que me convierto en narrador.

-¿Su objetivo es que el público que le vaya a ver se acerque de otro modo a la novela, entiende que ese público puede no haberla leído?

-Por supuesto, soy consciente de que un alto porcentaje del público no ha leído la obra; si vienen 400 personas, como mucho la habrán leído 50. Sabiendo que tengo a 350 personas ajenas a los tejemanejes, a los guiños de complicidad de la obra, etc., trato de que se acerquen a los misterios del Quijote a través de cosas que sí conocen, como anécdotas, sucesos, reflexiones acerca de ellos...

-Como don Quijote, usted también es heroico saliendo siempre solo ante el público.

-Qué va, yo estoy muy acostumbrado a ello.

-Tras tantos años analizando la obra, ¿sigue sorprendiéndose, encontrando aspectos que le fascinen?

-Lo que más me interesa en estos momentos es el misticismo de Cervantes, que es lo que está más escondido en la novela. Ha habido algunos críticos que estudiaron las claves religiosas, muchas claves ocultas en el libro que habrían sido perseguidas por la Inquisición, pero hay más cera de la que arde.

-"El Brujo", normal que se interese por lo místico.

-Me interesa mucho porque está en los hombres del siglo de Oro y se ha ido perdiendo con el racionalismo, el agnosticismo y la filosofía del siglo XVIII. Actualmente se ha perdido esa conexión con la mística y es una pena que desaparezca ese espíritu.

-¿En qué otros proyectos se encuentra inmerso?

-En estos momentos tengo también en cartel una obra muy mística, "Autobiografía de un yogui", basada en la obra de Paramahansa Yogananda, que relata la aventura vital de un hombre buscando el misterio último de la existencia y la certeza final de haberlo encontrado. Leí la autobiografía hace 30 años y dejó en mí una impresión muy honda y duradera.

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