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Científicos gallegos desarrollan cereales y leguminosas "pop" para snaks más sanos

Estudian la adaptación de granos tropicales y su uso en el diseño de aperitivos con más nutrientes y con menor contenido en grasa

Dos variedades de judía nuña.

El Grupo de Biología de Agrosistemas de la Misión Biológica de Galicia (MBG) del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) estudia la adaptación a nuestras condiciones de cultivo de un conjunto de leguminosas y cereales con capacidad para expansionarse (como el maíz de las palomitas) con el fin de que sean empleados en la elaboración de aperitivos más nutritivos y con menos grasa. Los investigadores buscan aprovechar las características intrínsecas de las variedades tipo pop de judía nuña, quinoa, bambara, sorgo, mijo y amaranto para abordar programas de mejora genética que permitan desarrollar nuevas variedades con alta calidad de expansión del grano y optimizar los métodos de procesamiento para la obtención de esta nueva generación de snaks, más saludables. Este estudio se enmarca en el proyecto transversal "Nutripop" que se desarrolla a través de un consorcio liderado por la empresa productora de snaks Grefusa (Valencia) y la comercializadora de semillas Ramiro Arnero (La Rioja), y la Universidad de Almería.

"Nuestro trabajo consiste en estudiar la adaptación de estas especies a nuestras condiciones de cultivo, ya que proceden de zonas tropicales, (América Latina y Asia) y en caso de que no se adapten, diseñar programas de mejora para incorporar esas cualidades pop en otras variedades que ya hemos adaptado", explica la bióloga de la MGB Marta Santalla.

Así, los investigadores del CSIC están estudiando variedades de leguminosas y cereales poco convencionales en la industria alimentaria, prestando especial interés en aquellas variedades que presentan más nutrientes. "La idea es utilizar como snak un grano más saludable bien porque tiene un mayor contenido en proteínas o una cantidad menor de grasa", explica la científica principal de la investigación.

Las opciones para mejorar las variedades de leguminosas y cereales con capacidad de expansionar son muchas, según la investigadora gallega. "De la enorme variabilidad de especies de otras zonas de cultivo que tenemos en los bancos de gesmoplasma solo empleamos un 5%. Toda esta variabilidad nos da a los mejoradores mayores opciones para poder crear nuevos alimentos", afirma Santalla.

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