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Ganador de "¡Mira quén baila!" 2014

Miguel Abellán: "Yo no sabía dar dos pasos seguidos y ahora echo de menos bailar"

El torero anima a todo el mundo a que pierda el miedo y baile

Miguel Abellán.

De pato mareado a ganador de la edición de 2014 de "¡Mira quién baila!"; de bailarín aficionado a miembro del jurado del VI Trofeo de Baile Cidade de Vigo del certamen Vigo Porté. El torero Miguel Abellán reconoce que cuando salió por primera vez a la pista de baile del concurso televisivo no sabía dar dos pasos seguidos, pero que disfrutó tanto bailando que al final se llevó al público de calle. Mañana pondrá ese mismo entusiasmo como jurado.

-¿Cómo llega un torero del coso a la pista de baile?

-Mi gran amigo "Poty" llevaba varios años ofreciéndome la posibilidad de participar en el programa y siempre la rechazaba hasta que por fin un año me atreví y, con ilusión y un gran equipo, al final terminé aprendiendo y ganando.

-¿Qué le hizo cambiar de opinión y aceptar el reto?

-Ese año estaba retirado y la verdad es que ese año me atreví a hacer cosas que cuando estaba en activo ni me las planteaba. Una era bailar. Y la verdad es que me alegro mucho de haber tomado esa decisión porque bailar es algo muy recomendable y maravilloso. Yo animo a todo el mundo a que si alguna vez duda entre bailar o no, que decida siempre bailar.

-Claro que una cosa es bailar y otra demostrar al público las dotes de bailarín.

-Yo aquí jugaba con ventaja porque estoy acostumbrado a ponerme delante del público y que me juzgue, por lo cual eso era lo que menos me costaba. Me costaba más aprender un sencillo paso de salsa que ponerme delante del juicio del público.

-Dicen que al principio era un pato mareado, perdone la expresión, pero terminó ganando.

-Sí, sí, es cierto. Yo era el pato mareado de la edición junto con mi amigo Colate. Luego le cedí el testigo. Pero tuve una conversación con "Poti", que me dijo que intentara disfrutar del baile y que no me lo tomara como una competición. Y eso hice; cambié de "chip" y me centré en disfrutar de mi experiencia como bailarín y la verdad es que cuando lo hice me lo pasé como un niño.

-¿Y se puede aparcar la competitividad en un concurso?

-Ser competitivo, como es mi caso, va en los genes y al final uno hace las cosas y le gusta competir. Y a mí me gusta competir con los mejores. El problema está en que cuando no te diviertes compites para nada porque si no lo disfrutas no lo podrás hacer bien. Una cosa va ligada a la otra. Pero en el caso de "¡Mira quién baila!", lo más importante fue participar porque tanto la experiencia como la convivencia con los compañeros y el equipo fueron maravillosas; ganar fue anecdótico. Sinceramente, no creo que fuera el que mejor bailaba, pero sí es verdad que fui el que más disfrutó y posiblemente también el que más evolucionó. Cuando comencé no sabía dar dos pasos y ahora echo mucho de menos bailar.

- ¿Qué estilos le resultó más difíciles de ejecutar?

-Los latinos: la salsa, el merengue, la bachata... Sin embargo, se me daban bastante bien los de salón: el vals, el tango, el pasodoble, el twist...

- ¿Y cómo afronta ahora esta faceta como jurado?

-Intentaré hacerlo desde el máximo respeto y el cariño porque he descubierto que la de bailarín es una carrera muy sacrificada y dura.

- ¿Cómo se presenta la temporada taurina?

-Se presenta bien, gracias a Dios. Ya hemos empezado, hemos venido de América y ahora empezamos aquí en España. Ya son veinte temporadas como matador de toros y espero seguir muchas más.

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