La sorpresa en Galicia por el nombre elegido por Hyundai para el nuevo modelo que lanzará a finales de este año también es compartida en Portugal. Pero la multinacional surcoreana ha anunciado en las últimas horas que para los mercados lusófonos el Kona se llamará Kauai.

La empresa lo ha anunciado así en una de sus cuentas oficial de Facebook, subrayando en un comunicado oficial que las denominaciones de sus modelos "se adapta en cada mercado a la adecuación fonética de cada lengua". Pero falta por saber aún si esa "adecuación" se va a tener en cuenta para el mercado gallego o si se mantendrá la denominación que suena exactamente igual que el término vulgar empleado en el idioma propio de Galicia para referirse al aparato reproductor femenino.

Por ahora desde la sede de Hyundai en España han eludido aclarar si habrá algún cambio en la denominación del modelo o si, por el contrario, mantendrá un nombre que sería el equivalente a un Hyundai Koño para los potenciales compradores hispanoparlantes de España. La marca no ha contestado a las comunicaciones de FARO ni tampoco a las decenas de comentarios planteados por usuarios de Twitter. Únicamente ha detallado que Kona hace referencia a una zona de Hawai, archipiélago al que también alude el nombre para el mercado luso.

Lo cierto es que ríos de caracteres han corrido en esa red al respecto, siendo la denominación objeto de chistes. Algunos como los que siguen a estas líneas.

Asimismo, también Luis Davila y Gogue se han hecho eco de ese polémico nombre en sus viñetas, incluso con mención a otros desafortunados nombres elegidos por marcas de coches para sus vehículos. Y es que el Kona no es el primer caso.

A la espera de que Hyundai llegue a pronunciarse oficlamente sobre su controvertido bautismo, siempre quedará en el recuerdo de muchos gallegos otro ejemplo de cómo emplear las partes íntimas de la mujer como llamativa denominación comercial. Hace ya un cuarto de siglo la empresaria viguesa Karina Falagan sorprendía a 10.000 asistentes de una romería del PP con una cafetera que causó asombro. Su nombre sonaba al del futuro Hyundai. Pero en aquella ocasión y a diferencia de lo ocurrido con la marca asiática, la presentación se hizo con conocimiento de causa y con "C" en vez de "K". Ella fue la auténtica precursora en vender 'conas'.