Un equipo científico español acaba de demostrar la asociación protectora entre el consumo de legumbres -especialmente lentejas- y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, después de más de cuatro años de seguimiento a 3.349 personas con alto riesgo cardiovascular.
Además, en el estudio también se relaciona con un menor riesgo de sufrir la dolencia la sustitución de media ración al día de huevos, pasta, arroz o patata cocida por media ración al día de legumbres. Se trata de los resultados recientes del estudio Prevención con Dieta MEDiterránea y acaban de ser publicados en la revista científica Clinical Nutrition de marzo.
En la dieta mediterránea -y en la gallega, en platos como el caldo o los callos con garbanzos- las legumbres han tenido hasta hace muy poco un papel predominante. Los datos de consumo de los años 50 y 60 del siglo XX apuntan a que se comían a diario en los hogares como plato principal o acompañamiento dada su gran versatilidad gastronómica. Hacia los años 60 del pasado siglo se consumía una ración diaria de legumbres mientras que en la actualidad se consume menos de la mitad de esta cantidad.
Los investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición y de la Unidad de Nutrición Humana de la URV, con la colaboración de otros grupos de investigación del estudio Predimed han analizado 3.349 participantes con alto riesgo cardiovascular que no tenían diabetes tipo 2 al inicio del estudio. Tras cuatro años de seguimiento, los resultados han revelado que, en comparación con los individuos que consumen legumbres -lentejas, garbanzos, alubias y guisantes- en menor cantidad (12,73 gramos al día, lo que equivale aproximadamente a 1,5 raciones a la semana de 60 g en crudo), los participantes que las consumían en mayor medida (28,75 gramos al día, lo que equivale a tres raciones a la semana), presentaban un 35 % de menor riesgo de desarrollar diabetes tipo. En relación con los diferentes subtipos de legumbres, las lentejas son las que se han asociado a ese menor riesgo de desarrollar diabetes. Los individuos con una mayor ingesta de lentejas durante el seguimiento frente a los individuos que las consumían en menor cantidad -menos de media ración a la semana- presentaban un 33% de menor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Pocos estudios
Las legumbres constituyen un grupo de alimentos ricos en vitaminas del grupo B, contienen diferentes minerales beneficiosos para la salud (calcio, potasio y magnesio), grandes cantidades de fibra, y son consideradas un alimento con bajo índice glucémico; por lo tanto, dan lugar a un incremento más lento de los niveles de glucosa en sangre tras su ingesta. Hasta hoy, a pesar de que las legumbres se consideran uno de los factores dietéticos que pueden ofrecer protección frente a la diabetes tipo 2, la asociación entre esta enfermedad y el consumo de legumbres (excluida la soja y sus derivados) ha sido poco estudiada.
Aunque desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Pontevedra, el investigador Antonio Miguel de Ron ya se había adelantado. Este profesor de investigación, nombrado por "Eucarpia" hace años (European Association for Research on Plant Breeding) para liderar el grupo de trabajo de los cultivos proteicos: judías, guisantes, soja, pseudocereales ya entonces, aseguró que "algunas legumbres protegen de enfermedades". "Los romanos ya sabían que los tojos fijan nitrógeno y fertilizan el suelo para el cultivo", comentó a FARO. Más recientemente coordinó la obra "Las legumbres", que analiza la importancia histórica de este grupo de alimentos, su importancia para la salud y sus efectos positivos para el medio ambiente. Aún así, De Ron constató que "el cultivo de legumbres se vino abajo: se produce menos de la décima parte que hace 20 años".
También en esa idea incide la profesora de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, Ángeles Carbajal: "Hoy sabemos que las cualidades nutricionales de las legumbres juegan un importante papel en la salud y en la prevención de muchas enfermedades crónicas, además de ser alimentos sostenibles para el medio ambiente".
Pero ¿a qué se debe este destacado descenso en su consumo? Carbajal señala que los hábitos alimentarios cambiaron. Con el desarrollo económico y social se dejan de comer alimentos básicos como el pan, las legumbres o las patatas para dar entrada a otros más caros y con más prestigio como las carnes. "Las legumbres se han asociado con épocas de penuria, por ejemplo, la posguerra, donde dicen que en Madrid se sobrevivió gracias a las lentejas y las sardinas", comenta.
