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Teresa Salgueiro: "Veo bien una unión cultural, pero no política, de Portugal y España"

"Amalia Rodrigues, con su revolución del fado, convirtió una música de gran simplicidad en grandes sensaciones"

Teresa Salgueiro.

A Teresa Salgueiro (Lisboa, 1969) se le asocia inmediatamente al grupo Madredeus y a la música de raíz portuguesa. La cantante, que lleva una década actuando en solitario, acaba de publicar "O horizonte".

-¿Que le sigan asociando con Madredeus demuestra el gran arraigo que tuvo esa revolución de la música popular o es algo que le incomoda y prefiere que se la reconozca por su nueva trabajo en solitario?

-Estos veinte años que le he dedicado a Madredeus han sido con mucha alma y es parte de mi vida. No tendría sentido que no se me recordase por eso. Es algo natural. Pero he seguido un camino en solitario, también como compositora, y me siguen recibiendo igual de bien.

-¿Qué tiene su nuevo disco, titulado "O horizonte"?

-El nuevo disco cuenta con música de dos guitarras, batería, percusión, un contrabajo, un acordeón y la voz. Las letras que escribo están inspiradas en la música. Hay un lenguaje de fusión de diferentes estilos. Es mi consolidación y profundización de lo que acerqué en mi disco de hace cinco años, en el que hacía un largo viaje por el mundo. Siempre procuro que cada tema represente una idea, y que cada instrumentista puede expresarse, pero sin dejar de lado un lenguaje común. El horizonte para mí significa el sueño, el límite del mundo tangible, de lo que se puede ver y tocar, en su camino hacia los sueños. También hay un encuentro con el carácter y naturaleza humano.

-¿Qué tiene el fado como música tradicional que traspasa fronteras y es una música muy apreciada?

-Más que de fado, no se puede hablar de Portugal sin mencionar a Amalia Rodrigues. Antes de ellas pertenecía los pequeños pueblos, y ella lo trasladó a todo el país. Lo convirtió en la canción y música nacional. Y Amalia con solo dos guitarras ha salido del país por todo el mundo, con su fuerza interpretativa y su inteligencia artística. Tenía una belleza en su voz extraordinaria y ha inspirado a nuevas generaciones. En mi caso me identifico más en ese lenguaje que en decir solo la palabra fado. Creo en esa revolución que hizo Amalia, porque es un fado de gran simplicidad, pero que transmite grandes emociones y sensaciones.

-¿Tienen muchas cosas en común los ibéricos, es decir españoles y portugueses?

-Tenemos mucho en común y también mucho de diferente. Por eso es interesa escuchar algo que es cercano, en términos de territorio, pero distinto en cultura. Pero claro que hay muchos trazos en común con España, desde las gastronomía a muchos hábitos de vida, pero cada pueblo tenemos nuestra identidad.

-¿Vería con buenos ojos, como aventuraba Saramago, la unión de los dos países?

-Portugal ha sido un país que se ha mantenido independiente durante 900 años, y somos totalmente distintos de España. Una unión cultural, para tener una fuerza singular ante otras naciones, sí que sería positivo. Pero una unión política ibérica no la comparto. Ahí ningún país abdicaríamos de nuestro pasado para establecer la capital. Pienso que los países están bien definidos, pero falta respeto entre las diferentes naciones en Europa, que permita mantener esas diferencias y resaltar las calidades de cada uno. Portugal es la frontera más antigua de Europa, y espero que siga así.

-¿Qué prestaría de la cultura portuguesa a la española y que tomarían prestado de España en Portugal?

-Lo importante es escuchar, ver y comprender otras culturas. En España hay muchas músicas y culturas, igual que en Portugal. No buscaría introducir nada, porque incrustar algo nuevo tardaría siglos. Solo creo en la globalización que aporta cosas y resalta las diferencias de forma positiva.

-¿Y allí en Portugal, los políticas cuidan la cultura o la maltratan como denuncian los artistas españoles?

-Paso en todos los países al final eso. La cultura es la vida de la gente, y los políticos tienen que ayudar a producir la cultura. Pero no solo no se apoya la cultura, sino que hay que pedir que se contribuya a ayudar al desarrollo de la humanidad. Cosas como el arte nos ayudan a tener una mirada más crítica y un nivel de conciencia más grande. Claro que hay que luchar porque la clase política ayude más a la cultura, pero nosotros también tenemos que ser políticos, porque todos estamos juntos en esto.

-En sus trabajos más recientes ha tocado sonidos de la música brasileña, mexicanos y latinos, ¿con qué más le gustaría experimentar y probar?

-Me siento muy cercana de muchos lugares del mundo porque estoy mucho tiempo viajando. Esa cercanía la he probado en mis discos más cercanos, y lo haré seguro más adelante. He hecho un proyecto con el cancionero napolitano, que algún día posiblemente vea la luz. Siento una gran cercanía a tantas culturas, que seguir cantando y haciendo nueva música es mi único objetivo. El lenguaje musical es un campo creativo e infinito. Y aún tengo muchas cosas que expresar. Tengo algunos sueños, pero espero que la vida me traiga sorpresas.

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