Pedro Duque, astronauta de la Agencia Espacial Europea, primer español de nacimiento y nacionalidad que ha participado en una misión al espacio, ha intervenido en la sala de cámara del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, en la II Semana de la Ciencia, organizada por La Nueva España, diario de Editorial Prensa Ibérica, y coordinada por el doctor en Química e investigador del Instituto de Materiales (ITMA) Amador Menéndez.

- ¿Qué hay en el espacio exterior que no podamos encontrar en este planeta?

-Pues lo vamos sabiendo a medida que los avances científicos se convierten en nuevas tecnologías que nos permiten realizar descubrimientos. Ésa es la clave. Ahora mismo contamos con telescopios que permiten llegar a donde antes no se podía.

- ¿Por eso se descubren planetas nuevos?

-Sí, claro, ésa es una parte del trabajo que se está haciendo.

- Se lo habrán preguntado mil veces, ¿existe la vida extraterrestre?

-Existen alrededor de un trillón de planetas. Tenemos más planetas que estrellas. Por poner una proporción a los números, hay mil veces más planetas en el universo que granos de arena en el parque de Timanfaya (Lanzarote). Y de esos planetas conocemos solamente unos 1.500. Esta proporción hace pensar que en el futuro descubriremos planetas muy parecidos al nuestro. Si imaginamos las circunstancias por las que se dio la vida en la Tierra parece probable que algo así haya podido ocurrir en otros lugares.

- Suena emocionante...

-No es menos cierto que tardaríamos muchísimo en llegar con los actuales cohetes, incluso aplicando tecnologías de control remoto. Existe posibilidad de que detectemos planetas en los que estamos seguros de que podría haber vida.

- La carrera espacial fue una de las batallas de la guerra fría. Tal como está el panorama internacional, ¿ve usted posible una repetición de ese escenario?

-Nunca hemos dejado esa carrera espacial. En los años setenta se intensificó, relacionada con la política y la estrategia militar. Luego la hemos convertido en una carrera tecnológica. Queremos ser los que desarrollen lo más novedoso. Ahora la carrera es comercial y tecnológica, distinta a la competencia que existía entre Estados Unidos y la extinta Unión Soviética. El país que ponía más dinero tenía más posibilidades de llevar el liderazgo.

- ¿Existe la posibilidad de que esa carrera tecnológica tome de nuevo cariz político?

-Más bien existe un peligro de estancamiento. Europa es una potencia tecnológica espacial, como Estados Unidos. También Rusia y China. India avanza para intentar ponerse al nivel. El peligro sería que Europa se quedase como está.

- Hasta la fecha ha participado en dos misiones. ¿Habrá una tercera?

-Ahora mismo no se sabe. Me mantengo listo para esa posibilidad. Depende de la Agencia Europea del Espacio (ESA) decidir. La Agencia tiene su sede en París y desde allí se toman las decisiones sobre futuros proyectos. La ESA también dispone de varios centros en el resto de Europa, cada uno con sus respectivas competencias. Uno de ellos es el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), localizado en Villanueva de la Cañada (Madrid), y otro es el Centro Europeo de Astronautas, en Colonia. El centro de la ESA para la Observación de la Tierra está en Frascati, cerca de Roma (Italia), y el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial se encuentra en Noordwijk (Holanda). Además, la ESA dispone de oficinas de coordinación en Estados Unidos, Rusia y Bélgica, una base de lanzamientos en la Guayana francesa y estaciones de aterrizaje y seguimiento en diversas partes del mundo.

- Sus hijos tienen un privilegio del que pocos niños disfrutan, pueden decir que su padre es astronauta...

-Está claro que todos los humanos llevamos esa curiosidad por el espacio y los niños más aún. Seguro que por una predisposición genética nos preguntamos que hay más allá. Es algo totalmente natural.

- ¿Llegaremos a ver turismo espacial en los próximos años?

-Del tipo de turismo espacial de estar unos minutos en ingravidez, seguramente este año o el que viene veremos vuelos con clientes. Así empezamos con la aviación. Había una gente muy rica que se montaba en aviones que no siempre llegaban a su destino.

- Recibió el premio "Príncipe de Asturias" en 1999 y es uno de los científicos españoles más reconocidos. ¿Es fácil para un español y desde España ser astronauta?

-Ciertamente ha habido que esperar. Hasta los años ochenta España no empezó a hacer inversiones en la Agencia Europea del Espacio y así se abrió una ventana para que muchos españoles pudiésemos trabajar en la industria. Yo lo conseguí en 1992. Siendo español. Siempre se presentan menos oportunidades, pero vamos tirando.

- ¿Habrá más mujeres en las misiones?

-El 11 por ciento de los astronautas hasta la fecha han sido mujeres. No existe motivo para que el porcentaje no llegue al 50 por ciento. Todo esto empieza desde la escuela. Hay que tener mucho cuidado con todas las etapas de la educación.

- ¿Cuándo llegará el hombre a pisar la superficie de Marte?

-Marte es el lugar más accesible para llegar con la tecnología actual. Estamos buscando vida sencilla de bacterias, algo muy básico. De todas formas, creo que volveremos a viajar a la Luna antes de poner los pies en Marte.

- ¿En sus viajes al espacio ha visto algo que le indique que no estamos solos?

-Todos los astronautas miramos y buscamos, pero no he tenido absolutamente ninguna señal. Esos episodios que la gente cuenta acerca de contacto con extraterrestres casi seguro que sólo están en la mente de las personas. Lo único que podemos hacer es seguir explorando y soñando que quizá en algún lugar del universo haya vida. Seguiremos buscando los planetas más alejados y continuaremos desarrollando tecnología.