Las pinturas de la Cova Eirós fueron realizadas hace, por lo menos, 9.000 años, lo que las convierte en las más antiguas de Galicia y las únicas del periodo paleolítico en la comunidad. Así ha quedado demostrado gracias a unas nuevas dataciones radiométricas realizadas mediante una sofisticada técnica de acelerador de masas que realizó Karen Steelmann, de la Universidad de Central Arkansas (Estados Unidos), una de las mayores especialistas en esta técnica.

Estas dataciones convierten el lugar en el yacimiento con arte más antiguo de Galicia ya que las pinturas megalíticas, como las de Dombate, son 3.000 años posteriores.

Los miembros del grupo de investigación formado por especialistas de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y de la IPHES de Tarragona llevan analizando este yacimiento desde 2012 pero la datación de las pinturas era "especialmente complicada debido a los graves problemas de contaminación, ya que había interferencias de carbón moderno provocadas por una gran hoguera encendida hacia ese sector de la pared en la época medieval", explica Arturo de Lombera, codirector de las intervenciones, que asegura que intuían esta datación "por el estilo de las figuras y la comparación con las de otras cuevas, pero no teníamos la demostración científica como ahora".

Otro de los problemas es que las pinturas están bastante deterioradas y se conserva muy poco pigmento, "por lo que tomar las muestras sin deteriorarlas más aún era también muy complicado", añade De Lombera. "Esta nueva técnica tiene la gran ventaja de que permite datar muestras muy pequeñas, por lo que en nuestro caso era muy adecuada", apunta.

De los trece paneles artísticos identificados en la cueva -ubicada en el municipio lucense de Triacastela- que incluye un centenar de motivos, la mayoría paleolíticos, "tan solo pudimos tomar dos muestras de carbono 14", indica el codirector.

Entre los temas dibujados en las paredes hay caballos, bóvidos (toros, antílopes, cabras y otros animales semejantes) y motivos geométricos, "aunque no se trata de pintura naturalista del tipo de Altamira, sino que son muy esquematizadas y más complicadas de identificar", advierte De Lombera. Este repertorio iconográfico se engloba en el llamado estilo V del arte paleolítico, "que corresponde al final del periodo paleolítico y es especialmente interesante porque hay pocas muestras de este estilo en la Península Ibérica y, las que existen, están en yacimientos al aire libre omo Siega Verde y Foz Côa (Portugal) pero es mucho más escaso en cuevas", describe el arqueólogo.

Estas analíticas han permitido además determinar que las pinturas fueron realizadas "usando carbón vegetal como pigmento".

Estos resultados acaban de ser publicados en el último número de la revista Radiocarbon, la publicación de referencia internacional en el ámbito de las dataciones mediante carbono 14, en el marco de un artículo sobre "la cronología absoluta del arte pintado en Cova Eirós", un yacimiento en el que este grupo de investigadores trabaja gracias al apoyo económico de la Xunta de Galicia.

Los investigadores planifican en esta próxima campaña, que seguramente sea en agosto, excavar fuera de la cueva y continuar con las excavaciones de la entrada de la cueva, del paleolítico medio. "Queremos datar con esta técnica otras muestras que habíamos enviado a otros laboratorios sin conseguir resultados y así poderlos cotejar con los obtenidos ahora", adelanta el codirector del proyecto en la universidad compostelana.