Joan B. Soriano, médico epidemiólogo, trabaja en el Instituto de Investigación Hospital Universitario de la Princesa, en Madrid.
-Articula crisis, contaminación y beneficios en salud. ¿Cómo puede resumirse la relación entre estos tres factores?
-Es una relación compleja. Paradójicamente, la actual crisis económica ha producido algunos efectos beneficiosos en la salud de los españoles, con una reducción en las hospitalizaciones y en las visitas a atención primaria por enfermedades respiratorias, e incluso descensos de la mortalidad general. El probable causante es un descenso de la exposición de la población a factores de riesgo, como son la contaminación atmosférica y el tabaquismo, sobre todo observado en las clases sociales más desfavorecidas.
-¿Cómo ha incidido la crisis?
-Muchas fábricas cercanas a las urbes han cerrado. Además, un paro galopante y una precariedad en muchos salarios han hecho que el español medio haya cambiado sus hábitos, usando menos el coche, con lo que la contaminación atmosférica ha descendido, y que camine más, reduciendo su sedentarismo y usando más sus pulmones. Además, para muchos el tabaco se ha convertido en un artículo de lujo, con lo que muchos han reducido su consumo, o incluso algunos lo han dejado definitivamente. Este fenómeno se ha descrito también en Grecia, con una situación similar a la española.
-España es un país de servicios, pero se habla más que nunca de la polución ambiental. ¿Se exagera o está justificado?
-Está justificado. La inmensa mayoría de la contaminación atmosférica en España no es industrial, sino por los vehículos de motor, y más del 90 por ciento de nuestra población vive en áreas urbanas. El movimiento de aires limpios aún está justificado. Sin duda, nuestra situación ha mejorado; es mucho peor en India, Pakistán o China, por ejemplo. Pero en zonas urbanas, sobre todo en verano, aún existen picos de exposición a partículas inhaladas y gases nocivos que superan durante muchos días los umbrales establecido por la OMS y la Unión Europea. Respirar un aire más limpio es un derecho universal, y todos podemos contribuir a este beneficio, tanto de modo individual como colectivo.
-¿Restringir el tráfico de vehículos es una medida eficaz en favor de la salud?
-Sin duda. El liderazgo inicial de Barcelona ha sido seguido por Madrid y otras ciudades, limitando la velocidad máxima de los coches e incluso prohibiendo en días alternos el circular los vehículos según su número de matrícula, par o impar.
-¿Qué otras variables convendría abordar?
-Para empezar, además de la bicicleta y caminar, no fumar, y ayudar a los fumadores a que lo dejen. Además, a nivel individual, alcohol con moderación y una dieta equilibrada, ejercicio regular y adecuado a la edad y las condiciones personales, e intentar ser feliz, son factores claves para llegar a los cien años, o al menos intentarlo.
-¿La expansión de los vehículos eléctricos será una solución?
-Sí. Nuestro parque automovilístico aún es antiguo comparado con nuestros vecinos europeos, con lo que los vehículos eléctricos, o aquellos con nuevos motores híbridos, son más ecológicos y reducen drásticamente las emisiones perjudiciales.
-El 1 de enero de 2006 se prohibió fumar en espacios públicos. Con once años de perspectiva, ¿cómo valora la incidencia de esta medida en la salud de los españoles?
-Muy positivamente, pero aún queda mucho camino por recorrer. Las nuevas evidencias sobre el perjuicio del tabaquismo secundario en niños y otras poblaciones sensibles, o incluso del tabaquismo terciario, aquel que se queda en sillas y muebles, o el perjuicio de los vapores de cigarrillos electrónicos, indican que pronto se deberán considerar más medidas legislativas. La OMS quiere erradicar el tabaco en el Mundo antes del 2050; y en España actualmente, con una tasa de tabaquismo del 27 por ciento de adultos, aún se fuma demasiado.
-Se habla desde hace décadas de la amenaza de incremento del cáncer de pulmón entre las mujeres españolas. ¿Se está cumpliendo?
-Lamentablemente sí. El dicho: "Si fumas como un hombre, morirás como un hombre" se ha cumplido ya aquí. El cáncer de pulmón y la EPOC ya estaban en 2015 entre las diez primeras causas de muerte en españolas. Antes, en la Facultad de Medicina, se nos decía, ante un hombre mayor de 65 años y fumador o exfumador, piensa en descartar cáncer de pulmón y EPOC. Lamentablemente aquí, el sexo ya no importa.
-¿Cómo están evolucionando los tratamientos neumológicos?
-Los tratamientos para las enfermedades respiratorias han mejorado en la última década. En asma, EPOC, bronquiectasias o neumonías, por decir las principales, ya tenemos más y mejores opciones terapéuticas, atajando sus mecanismos causales más específicamente. Los dispositivos inhaladores también han mejorado, facilitando la adherencia al tratamiento, e incluso los nuevos son reciclables. También otras medidas no farmacológicas, como la rehabilitación respiratoria, vacunaciones y el mejor manejo de otras enfermedades no respiratorias asociadas a las anteriores, están implementándose cada vez más. Los profesionales tienen más recursos e información disponible y los esfuerzos de formación, tanto en enfermería como en los colegas médicos de atención primaria, están mejorando el diagnóstico y la atención global a los pacientes respiratorios. Yo soy optimista.
