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CLUB FARO | Delgado: "Las personas creativas tienen mayor propensión a la enfermedad mental"

El psiquiatra explica la relación entre la música y estas dolencias, aludiendo a compositores célebres como Beethoven, Tchaikovsky y Mahler - Habló también de la musicoterapia

Aspecto del público en el Auditorio Municipal do Areal, en Vigo. // Alba Villar

"Hay una mayor propensión entre las personas creativas a padecer problemas mentales", recordó ayer el psiquiatra Carlos Delgado Calvete, que disertó en el Club FARO sobre "Música y enfermedad mental". Explicó que esas personas son "más sensibles" y poseen una mayor capacidad para comunicarse y observar la realidad por otras vías. Sin embargo, Delgado, que citó un estudio de Arnold M. Ludwig sobre un millar de personas, precisó que los compositores musicales son los menos propensos entre los creadores: estadísticamente, los escritores y los artistas plásticos (pintores, escultores) desarrollan problemas mentales en mayor porcentaje.

Delgado fue presentado por el también psiquiatra Tiburcio Angosto, especialista del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima de Vigo. En su extensa introducción, Angosto señaló que hay pacientes con "alucinaciones musicales", que la administración de cierto fármaco -que no quiso citar- produce "musicofilia", y que existe la "epilepsia musicogénica", causada por la música.

Carlos Delgado es autor de "Música y enfermedad mental", un libro en el que recoge vidas de compositores de música clásica que presentaron problemas mentales a lo largo de sus vidas. El conferenciante, que es doctor en Neurociencias por la Universidad de Vigo y miembro de la Coral Casablanca, jalonó su alocución con varias piezas musicales. La primera de ellas, el Cuarteto en Si Mayor Op. 18 nº6, 4º movimiento, de Beethoven. En esa composición, llamada "La malinconia" (la melancolía, en italiano), el genial músico alemán alternó periodos lentos y rápidos y anticipó así la psicosis maniaco-depresiva, actualmente llamada trastorno bipolar, medio siglo antes de que fuese catalogada por la ciencia médica.

"Arias de locura"

Con ese fragmento musical de Ludwig van Beethoven comenzó Carlos Delgado la primera parte de su conferencia, en la que abordó la enfermedad mental expresada en la música. En ese apartado se extendió particularmente en las "arias de locura" de la ópera. En ellas, "uno de los protagonistas pierde la razón, lo que permite al autor de la obra componer música que permite el lucimiento vocal del cantante", explicó. Es el caso de "Lucía de Lammermoor" (1835), drama trágico en tres actos con música de Gaetano Donizetti y libreto en italiano de Salvatore Cammarano, basado en la novela "The bride of Lammermoor", de Sir Walter Scott. Carlos Delgado hizo sonar "Il dolce suono" ("El dulce sonido"), fragmento de la Escena de la locura de dicha obra.

Después del bel canto hay también composiciones que responden a esos esquemas, como "La dama de picas", de Tchaikovsky; "Candide", de Leonard Bernstein; y "Elektra", de Richard Strauss. También aludió a las "arias oníricas" ("La sonámbula", de Bellini, y "Attila" y "Macbeth", de Verdi, por ejemplo), y al tratamiento de la locura en la zarzuela.

Terapia

El siguiente tramo de su presentación lo dedicó a la música como terapia. El profesor Kenneth Bruscia definió en 1998 la musicoterapia como "un proceso sistemático de intervención en donde el terapeuta ayuda al cliente a conseguir la salud, utilizando experiencias musicales y las relaciones que evolucionan por medio de ellas como fuerzas dinámicas de cambio".

Mediante la simple audición musical, el canto, la improvisación y la danza, entre otras actividades, la música puede ayudar a aliviar la esquizofrenia, la depresión y las demencias, logrando reducir los trastornos de conducta vinculados a estas últimas.

Citó como ejemplo a Carlo Broschi (1705-1782), más conocido como Farinelli, el más célebre de los castrati. Llegó a España en 1737 tras ser llamado por Isabel de Farnesio, esposa del rey Felipe V. El monarca, el primero de los borbones en ocupar el trono español, "estaba deprimido, se pasaba los días en cama y desatendía las labores de gobierno", apuntó Carlos Delgado. "Farinelli le cantaba siempre las mismas obras y consiguió que mejorase su estado de ánimo. A la muerte del rey, el castrato siguió actuando para su hijo, Fernando VI".

"La música despierta emociones de manera inmediata e intensa, algo que no logra un libro o un cuadro", recordó el psiquiatra, que ofreció tres sugerencias musicales contra la depresión: el "Concierto para piano nº2" de Rajmáninov; el "Adagio" de Albinoni y el "Concierto para violín" de Beethoven.

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