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CLUB FARO | Navarro: "Si construimos un muro para protegernos, lo único que haremos será aislarnos"

"Convivimos con la adversidad, pero no nos enseñan a gestionarla", advirtió el psicólogo - Para desarrollar la resiliencia el experto recomienda "aprender de la experiencia"

El psicólogo Tomás Navarro, junto a la presidenta de Amino Galicia, Diana Rodríguez. // J. Lores

"Embellece tus cicatrices, ya que son la mejor muestra de que has sido fuerte. Muéstralas sin vergüenza y comparte con otros tus aprendizajes". Meridianamente claro, ameno y empático se mostró el psicólogo Tomás Navarro en Club FARO ayer. "Cuando no te quedas anclado en el pasado, gestionas el sufrimiento y curas tus heridas, te das cuenta de que las cicatrices te dan fortaleza y te hacen sentir más seguro", aseguró.

El psicólogo barcelonés recurre al arte japonés homónimo al título de su libro, "Kintsukuroi" -que recompone las piezas de cerámica rotas rellenado las grietas con oro o plata, con lo que se pretende resaltar la fortaleza y la belleza del objeto que, aunque se haya roto en mil pedazos, ha sido capaz de reconstruirse de nuevo- para hacer una analogía con las heridas emocionales. "Aprender que las cicatrices forman parte de la historia de una persona y son para recordar que no hay que vivir con miedo".

"Convivimos con la adversidad, pero no nos enseñan a gestionarla", indicó el experto, que abogó por enseñar a nuestros hijos a hacerlo. El autor fue presentado por la presidenta de Amino Galicia -y también psicóloga- Diana Rodríguez.

Al comienzo de su abarrotada ponencia, se dirigió a las personas a las que se les ha roto el corazón por un desamor, o la vida... o han perdido un trabajo que creían para siempre. "A nivel emocional, se puede reconstruir una herida como si fuera física. Tenemos que analizar qué ha pasado, recoger los pedazos y limpiarlos de emociones tóxicas como el rencor, el resentimiento y el odio, curarla...", explicó siguiendo seis pasos como si se tratase de un buen cirujano del alma. "Hay heridas más resistentes que otras, pero el proceso siempre es el mismo: ir al origen o a las consecuencias de la herida". Asimismo y para desarrollar la resiliencia, el psicólogo defiende aprender de la experiencia. "La experiencia no nos sirve de nada si no somos capaces de aprender de ella". "Analiza lo que has vivido con la perspectiva que ahora tienes, sin filtros, ni atenuantes, consciente de que el dolor condicionó tus conclusiones", aconseja.

Y es que para Tomás Navarro "la tristeza, la ira y el miedo son necesarios". "El dolor emocional sirve para atenderlo, es una alerta", indicó. Las cosas antes de romperse dan problemas a nivel emocional: insomnio, ansiedad, desasosiego... Pero según su experiencia, los pacientes acostumbran a llegar tarde a la consulta.

Navarro afirma que muchas personas no se atreven a vivir una vida "plena, intensa y con pasión" por "miedo" a "romperse", sin comprender que las heridas de la vida se pueden sanar igual que una tetera de porcelana rota. "No hay que tener miedo a sufrir, "hay que ir a por todas porque si te equivocas te puedes reparar, aprender y volver a empezar". "Lo fundamental en la vida es vivir intensamente., que no es lo mismo que sobrevivir. La vida no se ha hecho para no vivir, sino para hacerlo a fondo. Si sabes recomponerte, no hay problema.

"Cuántos problemas en la vida nos hubiéramos ahorrado si nos hubieran enseñado a tomar decisiones", añadió. En ese sentido, el deseo, el miedo y la comodidad son los "duendes" que para el psicólogo catalán juegan en contra de las buenos pareceres.

El psicólogo que tiene un objetivo claro: sacar la psicología de la consulta y ponerla al servicio de las personas compartiéndola de una manera más didáctica, explicó y ejemplificó con casos concretos de sus pacientes e incluso de él mismo. "Lo más importante no es lo posible, si no cómo de probable es y hacer cosas para aumentar esas probabilidades", aseguró. Conecta con tu fortaleza emocional, toma distancia, piensa diferente y pasa a la acción, recomendó.

Nuestro cerebro no soporta la incertidumbre y lo que quiere es una conclusión rápida, indicó.

Ante las múltiples preguntas del público, algunas de índole infantil, Tomás Navarro asegura que "el problema con los niños es que los tratamos como adultos cuando deberíamos tratarlos como niños y a la inversa". "A veces les pedimos cosas que no pueden hacer", resumió. Al mismo tiempo y de todas las heridas emocionales que ha visto el psicólogo en sus años de actividad profesional, asegura que "lo más complicado que ha encontrado es la muerte de un hijo amado". ¿Un consejo para el duelo? Hacer un álbum de los buenos recuerdos pero, eso sí, guardarlo en un cajón.

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