"Estoy deseando que llegue agosto para irme, el tiempo se me está pasando muy rápido. Sé que tengo que centrarme en los estudios para mantener mis notas pero ahora ya estoy pensando en que en Estados Unidos podré aprovechar para estudiar asignaturas más artísticas que aquí no tenemos". La viguesa Cira García Formoso tiene las ideas claras, le gustaría dedicarse al diseño de moda, aunque también baraja la opción de estudiar periodismo para enfocarlo hacia la comunicación de moda, y ya piensa en las asignaturas que escogerá en el instituto estadounidense en el que estudiará el próximo curso.

Esta alumna de 4º de la ESO del Colegio Alba de Vigo es una de los 80 jóvenes gallegos (concretamente, 45 de A Coruña, 27 de Pontevedra, 4 de Lugo y 4 de Ourense) que se beneficiarán de un curso completo en el extranjero gracias al Programa de Becas de la Fundación Amancio Ortega que llevará a Estados Unidos y Canadá a 500 estudiantes de toda España.

Además del dominio del idioma inglés y de la integración en un sistema educativo distinto, los becarios aprenden a adaptarse a entornos nuevos y refuerzan sus habilidades sociales. Una tarea para la que los estuvieron preparando este fin de semana en Santiago, donde realizaron actividades "muy dinámicas" que les plantearon posibles situaciones a las que se tendrán que enfrentar cuando estén al otro lado del Atlántico.

"Por otra parte, 1º de Bachillerato es un curso que, no siendo totalmente definitorio para el expediente escolar (a diferencia de 2º de Bachillerato), sí es determinante para las futuras elecciones académicas de los estudiantes, por lo que cuantas más opciones educativas y culturales estén a su disposición en ese momento, mejor preparados estarán para tomar una decisión. Asimismo, la edad de 15-16 años es ideal para la absorción de un idioma, de conocimientos y de experiencias vitales", explican desde la Fundación, que invierte más de 10 millones de euros anualmente en este programa.

María Ordóñez Gómez, natural de Tui, estudia en el IES Indalecio Pérez Tizón 4º de la ESO y ya piensa en hacer la carrera de Derecho. Por ahora, en septiembre cogerá un vuelo a Canadá para estudiar 1º de Bachillerato por letras puras, "porque es lo que más me gusta", apunta. "Desde pequeña supe de la existencia de estas becas y me interesé por ellas porque creo que te ayudan a crecer mucho como persona", asegura.

Esta tudense tiene un hermano mellizo, Alejo, pero no está preocupada por la distancia. "Somos muy independientes", explica. Escogió Canadá frente a Estados Unidos como destino porque le parece "una sociedad muy tolerante". Todavía no sabe a qué ciudad irá, pero sí que será una en el distrito de Ontario.

Lo mismo le ocurre a Roi Salgueiro Couto, quien también disfrutará de un año en Canadá pero se centrará en aprender lo máximo en el campo de las ciencias. Él estudia en el IES Plurilingüe Terra de Turonio, en Gondomar, y piensa que después de la selectividad hará una carrera como biología, física o química. "Será una de ciencias seguro", matiza.

"Elegí ir a Canadá porque su sistema de estudios me gusta más y creo que es mejor que es estadounidense, además, Estados Unidos lo veo más para ir de vacaciones que para vivir un año entero", explica este joven gondomareño. "Sé que habrá momentos en los que me entre la morriña pero voy para sacarle el máximo rendimiento y no nos podemos relajar porque tenemos que mantener nuestras notas", añade.

La participación en este programa de estudios requiere una nota media mínima de 7 en 3º de la ESO y una nota mínima de 8 en la asignatura de inglés. En la selección se tiene en cuenta asimismo el nivel de renta familiar per cápita (con un peso del 60% en la nota final) y la superación de una prueba escrita de inglés diseñada específicamente por la Fundación. Los 500 candidatos que fueron seleccionados finalmente para el programa también pasaron una prueba oral de inglés y una entrevista personal.

"Vamos a aprovechar la experiencia al máximo y a echar de menos los justo, aunque a los amigos y a la familia siempre los echaremos de menos, pero sabemos que tenemos un oportunidad única", asegura la estudiante Cira García, cuyos dos hermanos mayores ya se beneficiaron de este programa de la Fundación Amancio Ortega. "Vi que para ellos fue tan importante en su vida que yo también quise vivir esta experiencia", apunta la viguesa.