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La obesidad pesa en el riñón

La Sociedad Española de Nefrología anima a hacer ejercicio para prevenir enfermedades renales

La obesidad pesa en el riñón

Más de 230.000 gallegos tienen Enfermedad Renal Crónica (ERC) y más de 3.500 están en tratamiento renal sustitutivo (diálisis o trasplante). Son datos del último registro de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), que revela que la prevalencia de esta patología alcanza en la comunidad gallega a 1.295 pacientes por cada millón de población, frente a los 1.211 de la media nacional.

En Galicia se diagnostican cada año 140 nuevos casos mientras que 380 pacientes pasan a necesitar diálisis o trasplante, también cada año. Solo en el área sanitaria de Vigo, hay unos 530 pacientes, según los datos facilitados ayer por el doctor José María Lamas, responsable del servicio de Nefrología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (CHUVI) y secretario de la Sociedad Gallega de Nefrología (SGAN) y miembro de la SEN.

La Enfermedad Renal Crónica o Insuficiencia Renal Crónica (IRC) es una pérdida progresiva e irreversible de las funciones renales. Como consecuencia, los riñones pierden su capacidad de eliminar desechos, concentrar la orina y conservar los electrolitos en la sangre.

Las enfermedades del riñón no han dejado de crecer en España en la última década, pasando de 1.001 pacientes por millón de población en 2006, a 1.211 en 2015, un incremento de 200 pacientes por millón de población, según la SEN. En números brutos, esto supone que algo más de 55.000 están en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS), de los cuatro millones de pacientes que se calcula que sufren enfermedad renal.

El aumento de la incidencia de la enfermedad renal crónica se relaciona con el envejecimiento de la población, pero también con hábitos de vida poco saludables y factores de riesgo como la obesidad. "Cada vez hay más personas con obesidad y, lógicamente, también aumentan los problemas renales derivados del régimen de vida sedentario, la obesidad y la diabetes", explica el especialista vigués.

En este sentido, se calcula que el 13,8% de la ERC en hombres y el 24,9% de la ERC en mujeres de países industrializados pueden estar asociados con sobrepeso u obesidad, a la que este año está dedicado el Día Mundial del Riñón de 2017, que se celebra hoy. Con motivo de esta fecha, la Sociedad Española de Nefrología ha lanzado en las redes la campaña #muevestuspies para fomentar entre la población el ejercicio físico y una dieta saludable.

"Si hacemos una vida más saludable, con más ejercicio y una dieta que nos impida engordar, y evitando los factores de riesgo (hipertensión y colesterol alto) y el tabaco, disminuiríamos un porcentaje importante de ese grupo que es mayor del 50% de pacientes que llegan a desarrollar enfermedad terminal que se derivan de problemas vasculares y la diabetes", apunta el especialista vigués.

En este sentido, la Sociedad Española de Nefrología advierte de que las personas afectadas por obesidad tienen un 83% más de riesgo de padecer esta patología comparadas con aquellas que tienen un peso saludable. Por ello, la SEN quiere sensibilizar a la población de la importancia de dedicar una hora de actividad física diaria, así como de una serie de hábitos alimenticios favorables para la salud de los riñones, como tomar agua en cantidad suficiente (beber de 4 a 6 vasos diarios), moderar el consumo de bebidas alcohólicas y gaseosas, tomar fruta y verdura a diario, no abusar de la sal en la dieta o evitar en lo posible los alimentos procesados, además de tener precaución en el uso de determinados medicamentos que pueden dañar la función renal.

Según el nefrólogo vigués, para reducir la incidencia de los problemas vasculares, entre ellos los renales, hay que incidir en la educación y en este sentido, opina que sería interesante que alguna asignatura del currículo escolar incluyera un capítulo dedicado a la vida sana.

En cuanto a la calidad de vida de estos pacientes, asegura que ha mejorado mucho en los últimos veinte años, aunque esto depende de cada caso. "Están los pacientes que pueden vivir con sus riñones aunque tengan que tomar medicación, los que logran trasplantarse pronto, de vivo o de cadáver, y los que necesitan dializarse porque no son aptos para un trasplante o está a la espera de uno. Estos últimos están un poco más limitados, especialmente aquellos que tienen que acudir a un centro a hemodiálisis como mínimo tres veces por semana, pero aún así alcanzan una calidad de vida aceptable, aunque no como querríamos", explica.

José María Lamas - Nefrólogo

"Con hábitos de vida saludable se reducirían los casos"

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