Más de 230.000 gallegos tienen Enfermedad Renal Crónica (ERC) y más de 3.500 están en tratamiento renal sustitutivo (diálisis o trasplante). Son datos del último registro de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), que revela que la prevalencia de esta patología alcanza en la comunidad gallega a 1.295 pacientes por cada millón de población, frente a los 1.211 de la media nacional.

En Galicia se diagnostican cada año 140 nuevos casos mientras que 380 pacientes pasan a necesitar diálisis o trasplante, también cada año. La Enfermedad Renal Crónica o Insuficiencia Renal Crónica (IRC) es una pérdida progresiva e irreversible de las funciones renales. Como consecuencia, los riñones pierden su capacidad de eliminar desechos, concentrar la orina y conservar los electrolitos en la sangre.

Las enfermedades del riñón no han dejado de crecer en España en la última década, pasando de 1.001 pacientes por millón de población en 2006, a 1.211 en 2015, un incremento de 200 pacientes por millón de población, según la S.E.N. En números brutos, esto supone que algo más de 55.000 están en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS), de los cuatro millones de pacientes que se estima sufren enfermedad renal.

Asimismo, el registro de la SEN muestra que la mortalidad por esta patología crónica se sitúa por encima del 8% en la última década. Los segmentos de población con mayor prevalencia de ERC son, por este orden, el de la población entre 65 y 74 años, con una prevalencia por encima de los 3.000 por cada millón de población; el de la población de más de 75 años, con una prevalencia de 2.638 por cada millón de población; y el de la población entre 45 y 64, por encima de 1.765 por cada millón de población.

Campaña de sensibilización

El aumento de la incidencia de la enfermedad renal crónica se relaciona, por tanto, con el envejecimiento de la población, pero también con hábitos de vida poco saludables y factores de riesgo como la obesidad. Precisamente, a la obesidad está dedicado el Día Mundial del Riñón de 2017, que se celebra el 9 de marzo, de ahí que la Sociedad Española de Nefrología haya lanzado en las redes la campaña #muevestuspies, para fomentar entre la población el ejercicio físico y una dieta renal saludable.Se calcula que el 13,8% de la ERC en hombres y el 24,9% de la ERC en mujeres de países industrializados pueden estar asociados con sobrepeso u obesidad.

En este sentido, la sociedad científica advierte de que las personas afectadas por obesidad tienen un 83% más de riesgo de padecer esta patología comparadas con aquellas que tienen un peso saludable. Por ello, la SEN quiere sensibilizar a la población de la importancia de dedicar una hora de actividad física diaria, así como de una serie de hábitos alimenticios favorables para la salud de los riñones, como tomar agua en cantidad suficiente (beber de 4 a 6 vasos diarios), moderar el consumo de bebidas alcohólicas y gaseosas, tomar fruta y verdura a diario, no abusar de la sal en la dieta o evitar en lo posible los alimentos procesados, además de tener precaución en el uso de determinados medicamentos que pueden dañar la función renal.

"El tratamiento de la Enfermedad Renal Crónica representa ya alrededor del 3% del gasto sanitario anual, por lo que la cuestión es también trascendente para la propia sostenibilidad de los servicios públicos sanitarios. Tampoco económicamente, podemos permitirnos el desconocimiento actual de las enfermedades del riñón y la tasa de diagnóstico tardío del 25% que directamente se relaciona con ese desconocimiento", explica la presidenta de la SEN. María Dolores del Pino. Y es que, según la SEN, el desconocimiento sobre esta enfermedad es uno de los principales escollos para combatirla. "Es preciso llegar a los medios y a los territorios donde se produce la conversación social para que la gente se entere qué es eso de la ERC y cómo puede afectar a su calidad de vida. Debemos hacerlo además de una forma positiva, estimulando los estilos de vida y hábitos saludables, pero sin miedo a alertar de los riesgos de una salud renal deficiente. El impacto en la calidad de vida es algo, muy alto, y el 8,2% de los pacientes con ERC muere. La gente debe saberlo. Y no lo sabe. Necesitamos saber más, mucho más, sobre nuestros riñones", añade la representante de los nefrólogos.