- ¿A qué achaca la escasa valoración que tienen los ciudadanos de los periodistas tal como se refleja en el CIS?

- Hay un pecado original, cierto matrimonio o concubinato entre el poder político y el mediático. Termina generando las presiones que antes hablaba y en un momento de crisis la ponderación social hacia ciertos estamentos ha saltado por los aires y entre ellos el mundo del periodismo. Ha dado lugar a una revisión del modelo de periodismo. Hay que sacudirse el polvo de las alfombras del poder y ser más independiente, es una aspiración a mantener por los periodistas por encima de todo.

- ¿Qué noticia le encantaría dar?

- Que me envían a la Luna. De hecho me matriculé en Biología a la vez que en Periodismo para ver si me colocaban como periodista en la luna. Sería una noticia muy egoísta pero es que a esta pregunta durante mucho tiempo respondí que el fin de ETA y se ha cumplido. Lo digo con emoción porque trabajé en el País Vasco de 1984 al 1989, los años de plomo.