El hallazgo de un sistema con siete planetas similares al nuestro es "muy emocionante" y supone otro paso en la búsqueda de posible vida más allá de la Tierra, según los astrofísicos gallegos, que esperan que, poco a poco, se irán descubriendo más y más cercanos.

El miércoles la revista Nature publicó un artículo en el que describía el hallazgo de este sistema a tan solo 40 años luz de la Tierra, con siete planetas de masa similar al nuestro y tres de los cuales se encuentran en la zona habitable, zona en la que si existe un planeta similar a la Tierra éste podría albergar agua líquida. Los siete cuerpos giran en órbitas planas y ordenadas alrededor de TRAPPIST-1, una estrella enana ultrafría.

"Es muy notable desde el punto de vista cuantitativo, por la cantidad de planetas detectados juntos. Yo no diría que es sorprendente: la primera vez que se encontró un planeta extrasolar fue a mediados de los años 90, y hoy en día ya se han descubierto unos 3.000", destaca el catedrático en electromagnetismo y divulgador científico Jorge Mira.

La "cercanía" de este sistema respecto a la Tierra, 40 años luz, hay que entenderla en términos astrofísicos. "Es impensable mandar naves allí. 40 años luz son de la orden de 400 billones de kilómetros. Con la tecnología actual llevaría 300.000 años llegar allí. La especie humana existe desde hace 200.000 años. Lo más alejado que hemos llegado es con las naves Voyager, lanzadas hace unos 40 años, y que llegaron al borde del sistema solar hace tres años. La distancia a la que están es de 0.02 billones de kilómetros (compárese eso con 400 billones)", describe Mira.

Sin embargo, aunque tecnológicamente sea inviable enviar una nave a este sistema, los astrofísicos sí confían en poder conseguir mucha información de este hallazgo. "En 2018 se va a lanzar un telescopio muy moderno, que posiblemente pueda analizar la luz que llega desde allí con precisión. Si hay atmósfera, sus moléculas podrían chupar parte de la luz que emite la estrella, así que desde aquí habría que ver qué frecuencias de luz faltan e identificar así la composición", explica el físico.

También la profesora de Física Aplicada de la Universidade de Vigo asegura que la información que se desprenda de este hallazgo será "muy interesante" y pone sus esperanzas en el telescopio espacial James Webb, que es el que sustituirá al Hubble. "Antes o después estoy segura de que se descubrirán, vía marcadores, planetas con condiciones habitables, esto es en los que haya bacterias que respiran y producen metano o CO2 o lo que sea, y supongo que el James Webb será capaz de hacerlo porque incluye la detección de biomarcadores en la atmósfera, algo que tecnológicamente es muy complicado", apunta Ulla. La astrofísica, por ello, insiste en que no se puede decir "que éste sea el descubrimiento de que hay vida en el universo: para confirmar esa posibilidad aún quedan muchísimos datos por analizar", añade. "Se están peinando todas las estrellas enanas ultrafías en la vecindad solar, por lo que ya sabemos que exoplanetas hay muchísimos; los hallazgos crecen de un mes a otro de forma extraordinaria", asegura la astrofísica.

Jorge Mira también confía en que podría encontrarse vida en estos planetas. "Hay que pensar que la estrella que alumbra ese sistema es, por así decirlo, "de bajo consumo". Esto quiere decir que va a vivir mucho más que nuestro sol, por lo tanto si prende algún tipo de vida, tendría mucho tiempo para poder evolucionar. Por otra parte, la energía que envía la estrella no está centrada en frecuencias tan altas como la del sol, así que la radiación dañina sería menor que en nuestro sistema solar", indica.

El director del Observatorio Astronómico Ramón María Aller, José Ángel Docobo, coincide con sus colegas en que este hallazgo, aunque les emociona, "no nos sorprende tanto pues consideramos que la existencia de sistemas planetarios en otras estrellas es algo natural". Hasta ahora, explica, "se fueron descubriendo planetas gigantes y super Tierras pero gracias sobre todo al avance de la sensibilidad de los fotómetros, la detección de planetas como el nuestro en otras estrellas es ya factible.

Lo que hace este hallazgo especialmente interesante, destaca Docobo, es "el hecho de encontrar nada menos que siete planetas tipo Tierra en un mismo sistema planetario y que, además, tres de ellos se encuentran dentro de la llamada zona de habitabilidad, en la que el agua puede mantenerse en estado líquido y donde es muy posible que se haya podido desarrollar algún tipo de vida". Docobo advierte que "falta por detectar atmósferas en esos tres planetas pero es muy posible que sí las tengan; cómo haya evolucionado la vida en ese mundo depende de muchas circunstancias, pero si no es en ese puede serlo en cualquier otro de los cientos de miles de planetas habitables que sin duda hay solo en nuestra Galaxia. Imaginen en cualquier otra de las miles de millones de galaxias conocidas. Por que hay que tener presente que nuestro Sol es una estrella vulgar y nuestra Galaxia, también", concluye.