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Sandra Barneda: "Las mujeres vivimos estresadas por la autoexigencia"

La periodista invita a deshacerse del "peso" de la inseguridad y la desigualdad - "Las mujeres vivimos estresadas por la autoexigencia, por demostrar que sí valemos", sostiene

La periodista Sandra Barneda fue presentada por Noelia Otero (izquierda), ayer en Vigo. // R. Grobas

"Las mujeres vivimos estresadas por la autoexigencia, por demostrarnos a nosotras mismas y al mundo que sí valemos, una parte es por la desigualdad social que existe y otra es por el peso de la inseguridad de muchos siglos de 'tú no puedes, tú no vales, ', esa mochila pesa mucho", aseveró ayer la periodista Sandra Barneda. En el marco de las charlas Club FARO la comunicadora profundizó en la lucha de la mujer por alcanzar "la libertad" e invitó a "seguir picando hasta que el techo de cristal se rompa".

Presentada por la también periodista Noelia Otero, Barneda empuñó un discurso en defensa de la igualdad a través de la vida de mujeres que han sido juzgadas por sus decisiones, personajes femeninos que recoge en su último libro Hablarán de nosotras. Diecisiete mujeres poderosas que pecaron para ser libres. "La palabra pecado pesa mucho en esta sociedad y más en las mujeres" , expuso la periodista, que ha asociado cada protagonista a un pecado capital como uno de sus rasgos más definitorios. Aclaró que "fueron mujeres que trataron de ir más allá de sus límites y pagaron un precio, porque cualquier decisión tiene consecuencias en la vida" . Sin embargo, en este libro el pecado toma un cariz virtuoso.: "Quiero desterrar la culpa del pecado". En su opinión, hombres y mujeres deben ser responsables y conscientes de sus decisiones y exculparse por las mismas para poder seguir avanzando.

Hillary Clinton, Madonna, Oprah Winfrey, María Callas y Chavela Vargas son algunos de los nombres elegidos. Barneda matizó que solo hay una salvedad en el libro, el caso de Marilyn Monroe, encajada en la envidia no porque ella la sintiera, sino porque considera que "fue víctima" debido a su exuberante físico, el cual no le permitió "que se apreciara lo que había más allá de su apariencia a pesar de que ella luchara contra esto".

Una cara pública

Barneda aseguró que todas las mujeres que ha escogido para su primera incursión en la literatura biográfica le han sorprendido, pero destaca a Virgina Woolf como la que "más costó": "La puse en la pereza y me dio mucha pereza a mí, fue una vida muy atormentada, con los abusos de su hermanastro, pasó muchos meses medicada e incluso su propia muerte fue tormentosa, dicen que primero intentó tirarse al río y como no se hundía, volvió dos días después con piedras en los bolsillos".

No ha incluido ninguna figura española porque "no podía escoger solo una" y prefirió dejarlas para una posible continuación de este formato solo con nombres de españolas.

"Ha habido tantas mujeres que han quedado sepultadas que es una lástimas", se quejó. Aunque también rompió una lanza en favor de los hombres al asegurar que ellos también necesitan "una revolución" porque están "atrapados en un rol". Añadió que la maternidad está sobrevalorada, pero la paternidad infravalorada y que el hombre, "que lo ha tenido todo históricamente, no está acostumbrado a manifestarse". A pesar de que siempre habrá diferencias entre hombres y mujeres, la comunicadora defendió que "solo avanzaremos en cuanto la sociedad deje de hablar de género".

El pecado en el que confesó que ella misma se ha parapetado en alguna ocasión es la soberbia. Rememoró una anécdota universitaria en la que un profesor le auguró poco futuro como locutora de radio. "Con esa voz no va a llegar a ninguna parte", contó Barneda que le espetó su profesor. "Unos años más tarde dirigí un programa de radio en el que él era mi redactor", relató, para añadir que en los momentos en los que han intentado desanimarla ella se "crece".

Su carácter aparentemente férreo le ha valido ser una de las caras habituales en las cadenas del grupo Mediaset desde hace siete años. Sin embargo, Barneda defendió que es muy tímida y que quizá se ha escudado en la seriedad para ocultarlo, "lo que a veces se confunde con ser dura". "Soy muy blanda por dentro, lo que sí, que no tengo dobleces y en la televisión a veces hay que disimular las cosas que no te gustan y yo... pues no puedo", zanjó entre risas.

Sobre su papel como presentadora alabó el poder de la televisión para permitir la comunicación con los espectadores. Barneda subrayó que la televisión "es indiscreta porque capta todo" y "no se le puede esconder nada", por lo que es mejor "ser honesta".

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