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Las conferencias de Club FARO

Marta Robles: "Escribir escenas de sexo es muy complicado; no ser ni soez ni cursi"

La periodista y escritora debuta en la novela negra con "A menos de cinco centímetros", un libro "de corte clásico, con mucha realidad, mucha acción y un final inesperado", afirmó

El público que acudió ayer a la conferencia en el auditorio del Arenal. // Ricardo Grobas

"Escribir escenas de sexo es una de las cosas más difíciles que existen: puedes caer en lo soez o quedarte en lo cursi. Yo me siento muy orgullosa por cómo lo he resuelto en este libro, porque he conseguido que guste tanto a hombres como a mujeres". Así describió ayer en el Club Faro la escritora y periodista Marta Robles (Madrid, 1963) la escritura de una parte de su nuevo libro, "A menos de cinco centímetros", su primera incursión en la novela negra. Una novela que fue desgranando poco a poco durante su amena charla con mucho cuidado para conseguir despertar la curiosidad de los posibles lectores pero sin desvelarles ninguna clave esencial.

Presentada por la periodista Iria Lagarón, que fue planteando a la escritora preguntas sobre su novela, Robles destacó que es cierto que la obra "tiene mucho sexo: sexo por amor, por sexo, por compasión o por sometimiento pero, además, es una novela negra de corte clásico con mucha realidad, mucha acción y con un final inesperado".

"A menos de cinco centímetros", su primera incursión en la novela negra, tiene de hecho dos pilares clásicos: el detective desencantado y la femme fatale, en torno a los que gira una trama muy turbia en diversos escenarios y con el sexo como uno de los protagonistas. La mujer es Misia Rodríguez, la bella y sensible esposa de un magnate de la comunicación, que queda fascinada con Artigas, el escritor de más éxito del momento, cosmopolita, mujeriego y perfecto amante.

El detective, Roures, es un excorresponsal de guerra a quien, después de varios años dedicado a la investigación de infelicidades y tras perder a su mujer precisamente por una, le toca empezar de nuevo en una modesta buhardilla del barrio de Malasaña, en Madrid. A él acude la joven Katia Kohen con el convencimiento de que Artigas no solo mató a su madre sino que ha asesinado también a por lo menos otras tres mujeres.

Marta Robles, que tiene una larga trayectoria en prensa, radio y televisión y en la actualidad dirige y presenta el programa de radio "Entre comillas", en la Agencia Efe, donde entrevista a personalidades relacionadas con el mundo de la cultura y la creación, asegura que esa relación diaria que tiene con escritores y periodistas le ha valido mucho en la creación de sus personajes. "En el escritor hay retazos de Arturo Pérez Reverte, en su éxito y arrogancia, sobre todo, aunque hay más de él en Roures, que es el personaje que más me gusta a mí, que también está dibujado con la sombra de Jon Sistiaga, Alfonso Rojo o Manel Loureiro, todos amigos míos", contó la autora. Y es que, la obra es también "una reflexión sobre el periodismo de guerra, sobre dónde y quién pone los límites sobre lo que se debe o no se debe mostrar en la atrocidad de las guerras", apunta. "Soy periodista y muy observadora; me gusta mucho escuchar y creo que todo eso me ha valido para construir unos personajes muy creíbles", añadió. También a las mujeres les regaló características o recuerdos suyos, como el olor a violeta de la protagonista o el reloj y el anillo que luce en el libro. "Y de mi marido, un apasionado de la música, es buena parte de la banda sonora y la colección de vinilos", describe Robles.

Galardonada en 2013 con el Premio Fernando Lara por "Luisa y los espejos" y autora también de otros libros como "Usted primero", un ensayo escrito junto a Carmen Posadas, y "Haz lo que temas", Marta Robles resume su nuevo trabajo como "una novela de engaños" en la que "las calles se escuchan, las personas tienen un olor determinado y las ciudades se describen con total realidad. Para mí era esencial que los policías hablaran como policías, los investigadores como tal, que no se notara si la persona que escribe soy un hombre o una mujer y, por lo que me van diciendo los lectores, parece que he logrado acertar en la forma de hablar de mis personajes", apuntó.

Así, el lector conocerá lugares increíbles como uno de los hoteles más lujosos de Londres, "el único en el que en uno de sus bares se sirve por copas el champán más caro del mundo, a 250 libras la copa", detalló Robles.

El final de la obra, aunque no lo desvelaron, sí adelantaron que queda abierto. "Quiero que Roures se convierta en el protagonista de una saga", afirma la autora que, de hecho, aseguró que el detective "ya está investigando otro caso".

Para concluir, Marta Robles aseguró que para ella "el mejor premio que puedo tener son los lectores; lo que más me gustaría es que unos lectores se contaran a otros la historia y se animaran a leerla y eso es algo que ya está pasando y que para mí es un verdadero regalo", afirmó.

"La trata de personas es más lucrativa que las drogas"

  • La única historia real que aparece en "A menos de cinco centímetros", según explicó Marta Robles, es la de una red de trata de mujeres que se desarrolló en Argentina entre los años 1906 y 1930. "Es muy poco conocida a pesar de que fue terrible", destacó. "Esta red se descubrió gracias al testimonio de una de las esclavas, a las que obligaban a acostarse con cuarenta hombres al día y exhibían desnudas en jaulas para que las compraran. Fue una red tan lucrativa que se unieron mafias de todo el mundo y los únicos que se opusieron a ella fueron los judíos", lamentó la autora, al tiempo que destacó que la trata de personas "eran hasta hace poco el tercer negocio más lucrativo, pero ahora ha pasado a ser el segundo, superando a las drogas".La periodista opina que "muchas veces la realidad supera a la ficción" y que una de las razones del gran éxito que tiene la novela negra en el momento actual "es el resurgir de las noticias de sucesos en todos los medios". "En mi novela critico la apatía de una sociedad en la que todos sabemos que estas cosas pasan pero miramos a otro lado y, de alguna manera, somos cómplices", dijo. "A veces nos afecta más un caso de corrupción pequeño a nivel local que una trama de estas magnitudes, como de la que hablo en mi novela".Además, la periodista hizo referencia al auge del periodismo digital "que implica aún más que los titulares sean agresivos para conseguir que el lector haga clic en nuestra noticia, cuanto más sangrienta mejor". Sin embargo, Marta Robles advirtió que "no se puede echar toda la culpa a los medios y a los periodistas porque esto es un camino de ida y vuelta y el periodismo que hacemos es también el que nos piden los propios lectores", concluyó.

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