Un terremoto de 3,2 grados en la escala de Richter se registró ayer por la mañana en el Cantábrico frente a la costa gallega, a unos 51 kilómetros al Norte de Estaca de Bares. Según confirmaron fuentes del Instituto Geográfico Nacional, el seísmo se registró a las 10.18 horas y el epicentro tuvo lugar a unos 12 kilómetros de profundidad en el mar Cantábrico.

Las mismas fuentes del Instituto Geográfico Nacional consultadas concretaron que no tienen constancia en el centro de que "haya sido sentido" en tierra.

En la misma línea, el 112 Galicia señaló que el servicio de emergencias tuvo constancia del temblor con epicentro a "51 kilómetros al Norte de Estaca de Bares", pero no recibió llamadas de particulares al respecto.

No se trata de un fenómeno extraño en la comunidad, puesto que Galicia registró casi un centenar de seísmos de más de 2 grados en la escala de Richter desde el año 2000. Y, además, ocho de cada diez terremotos registrados se produjeron en las provincias de Pontevedra y A Coruña. Esta información, que data de 2016, confirma que Lugo ha dejado de ser el principal foco de los temblores en Galicia. De los 93 terremotos que se registraron en Galicia en lo que va de milenio, 37 se produjeron en Pontevedra y 42 en A Coruña.

Y remitiéndonos a ese mismo año -2016- la actividad sísmica en Galicia también fue notable. El primer día de agosto del pasado año, el concello de Porto do Son (A Coruña) registró cuatro terremotos, a los que se sumó otro justo al día siguiente. La intensidad de los mismos varió entre los 1,5 y los 2,8 puntos en la escala Ritcher.

A finales de ese mes, concretamente el día 30 de agosto, la Red Sísmica Nacional detectaba un terremoto de 2,2 grados en la localidad pontevedresa de Pazos de Borbén que, sin embargo, no fue apenas perceptible para la población -en la parroquia de Xunqueiras-.

Y a mediados del mes de octubre pasado, era la localidad ourensana de Vilar de Santos la que registraba un terremoto de una magnitud de 3,1 grados, que tampoco causó daños materiales a los vecinos de la localidad, aunque sí un temblor perceptible.