Más allá de la idea romántica del amor, desde el año 2003, a iniciativa de la Alianza Europea para la Salud Sexual (ESHA), se promueve en toda Europa la celebración del día 14 de febrero como Día Europeo de la Salud Sexual, cuyo objetivo es concienciar de que la salud sexual es una parte importante de la vida y que esta puede condicionar el resto de la salud y la felicidad. La sexualidad sana es un indicador de salud y, por tanto, de la calidad de vida de la población. Sin embargo, los sexólogos gallegos echan en falta una mayor educación en esta materia. "La ausencia de educación sexual perpetúa mitos y estereotipos de género que nos dificultan relacionarnos de manera positiva y saludable", señala Martina González Veiga.

Y sigue siendo un tema tabú. "No contamos con educación sexual en las escuelas, ni con formación en las universidades para los profesionales, ni siquiera para quienes que se encargan de la educación y de la atención sanitaria, ya sea medicina o psicología. Aprendemos que de la sexualidad no se habla y si se habla es para hacerlo desde los riesgos, desde los peligros. No se nos enseña que la sexualidad trata de quienes somos, de conocernos y aceptarnos, de la autoestima, de las emociones, de aprender a relacionarnos de manera saludable", sostiene.

En similares términos se expresa la sexóloga Emma Placer, que también habla del miedo como arma para abordar la sexualidad. "La sexología es una ciencia que está muy denostada aunque es muy importante para todo. Hasta hace nada, la sexualidad se llevaba solo al ámbito sanitario e higienista, es decir, se enseñaba a ponerse el preservativo. Se enseñaba desde el miedo y no desde las emociones. Afortunadamente, esto está cambiando", añade.

Diversidad sexual

El amor y la sexualidad siguen presentándose como algo propio de parejas heterosexuales, bellas y jóvenes. "Sigue sin mostrarse la diversidad sexual, cuando hay tantas sexualidades como personas", argumenta González Veiga.

Sobre este aspecto, Placer añade: "Parece que las personas mayores, los homosexuales, las personas con alguna discapacidad no pueden amar. Siempre se nos pone como ejemplo del amor romántico una pareja joven, mayoritariamente chico-chica, y perfecta, sin defectos y casi sin pasado, como ejemplo del amor", puntualiza Emma Placer. Y sobre esta imagen construyen los jóvenes amantes sus expectativas, y, por consiguiente, sus éxitos y sus fracasos románticos.