El investigador del Departamento de Biología Funcional de la Universidad de Santiago (USC) de Compostela Antón Barreiro acaba de lanzar una campaña en el portal Precipita de la FECYT para conseguir financiación para el proyecto ‘Búsqueda de fármacos para la regeneración axonal tras una lesión medular’.

Tratan así de buscar una solución para las 35.000 personas que se calcula que existen hoy en España con esta dolencia, causada la mayor parte de las veces por accidentes de tráfico y que produce un daño irreparable para el que no hay un tratamiento que facilite su recuperación funcional.

Una de las principales razones de esa falta de recuperación en humanos es que los axones -prolongaciones de las neuronas que transmiten impulsos nerviosos- de neuronas cerebrales que conectan la médula espinal no son capaces de regenerarse después de la lesión y así volver a conectar con sus neuronas diana.

Pero si este contratiempo se produce en humanos, no es así en animales. El equipo que codirigen Antón Barreiro y María Celina Rodicio trabaja con modelos de lesión medular en peces, entre ellos el pez cebra, un animal del que se pueden obtener cientos de larvas cada día en laboratorio, “facilitando así la prueba de una gran cantidad de fármacos” y que por ser transparente “permite ver con más facilidad si la neurona de estudio ha regenerado o no sus axones tras la lesión y después del tratamiento con un fármaco determinado”, explican.

Estudios realizados en los últimos años han demostrado que este pez es capaz de recuperarse de forma espontánea tras una lesión medular completa de manera que puede nadar tan solo unas semanas después de la lesión. Pero incluso en este animal no todas las neuronas que contactan con la médula espinal en condiciones normales son capaces de regenerar su axón tras la lesión, “lo que indica que existe algún factor intrínseco a determinadas neuronas que lo impide”, matizan los investigadores.

“Si con nuestro proyecto conseguimos encontrar un fármaco que promueva la regeneración axonal en el pez cebra, en el futuro intentaremos trasladar estos resultados a la recuperación de los pacientes con daño medular”, explica Barreiro. Para eso, han marcado un objetivo mínimo de financiación de 2.000 euros con los que comprarían los anticuerpos necesarios para visualizar la neurona de estudio y una libraría de 90 fármacos para validar su modelo. De alcanzar el nivel óptimo -10.000 euros- esa librería sería de 1.230 fármacos, “lo que aumentaría notablemente nuestras posibilidades”.