Para el 2050, las tasas de mortalidad por melanoma maligno habrán disminuido con respecto a sus niveles actuales, pero el número de personas que mueren por la enfermedad aumentará por el envejecimiento de las poblaciones. Sin embargo, si resultan eficaces nuevos tratamientos para el cáncer de piel mortal, la cifra de muertes podría también descender, según una investigación que se presentó ayer en el Congreso Europeo del Cáncer (ECCO, por sus siglas en inglés), que se celebra en Ámsterdam (Países Bajos).

El profesor Philippe Autier, del Instituto Internacional de Investigaciones Preventivas de Lyon (Francia), señala que las personas que corren mayor riesgo de morir de melanoma son aquellas nacidas entre 1900 y 1960, cuando se desconocían los peligrosos efectos de la exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol y los profesionales de la salud creían que el sol era positivamente beneficioso.

"Estas creencias fueron impulsadas por las observaciones de que la exposición a la luz ultravioleta y el sol podría curar algunas infecciones de la piel y el raquitismo y por el descubrimiento de la vitamina D -explica-. Era común que los bebés y los niños en edad escolar fueran tratados con dispositivos comerciales que emiten rayos UV y expuestos, sin ropa, al sol del mediodía".

Y añade: "Esta moda se desvaneció en la década de 1960, cuando se pusieron a disposición tratamientos eficaces, como vacunas y antibióticos y se tuvo consciencia de que la exposición al sol y las quemaduras de sol durante la infancia eran fuertes factores de riesgo para desarrollar cáncer de piel en la vida posterior".

Utilizaron modelos estadísticos para averiguar si las tasas actuales de mortalidad por cáncer se deben más a los efectos de la edad, el año de nacimiento o a la reciente introducción de nuevas tecnologías o tratamientos médicos. Emplearon los modelos para estimar el número de muertes por melanoma en el periodo 2014-2050 en Australia, Estados Unidos y Suecia y hallaron que el acceso a tratamientos llevó a una reducción del 25% en las muertes por melanoma a partir del 2015.