La escritora e investigadora Marilar Aleixandre ha ingresado ayer oficialmente en la Real Academia Galega (RAG), ocupando el asiento que había quedado vacante tras el fallecimiento en 2015 de Xosé Neira Vilas. En el acto en el que aceptó el puesto, celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Santiago de Compostela, de la que es catedrática, Aleixandre entonó un canto en defensa del paisaje gallego a través de su discurso, "Voces termando da paisaxe galega".

En él, Aleixandre destacó el "expolio" de las minas a cielo abierto en Valdeorras, en las que "un 4% se aprovecha y el 96% son residuos", o "el riesgo al que están sometidos la Ribeira Sacra y los Cañones del Sil" por la construcción de la autopista A-76. Aleixandre también tuvo palabras para su predecesor en el cargo, Xosé Neira Vilas, al que agradeció su obra "Memorias dun neno labrego", en la que "no falseó la realidad con azúcar", sino que "reflejaba la lucha de clases y llamaba a batallar contra la resignación y el miedo" en el campo gallego.

Marilar Aleixandre, nacida en Madrid, reconoció que conoció Galicia en Vigo en 1974, "igual que Neira Vilas nació en Gres pero tomó conciencia de su identidad gallega en Buenos Aires". Su discurso concluyó con un llamamiento a "termar" de la memoria, "los nombres y la resistencia", recordando la figura de Dolores Blanco, "Lola de Cangas", una redera afiliada a la CNT represaliada por el franquismo en agosto de 1936.

La recién nombrada académica también ha anunciado que "defenderá el feminismo de Rosalía y Emilia Pardo Bazán", ya que "las instituciones de nuestro país se están demorando en reconocer a las mujeres como intelectuales".

El presidente de la RAG, Xesús Alonso Montero, denunció también que "seguimos esperando a que las autoridades se den cuenta de que la palabra y las humanidades aún son importantes a día de hoy".

La académica numeraria Fina Casalderrey fue la encargada de recibir a Aleixandre en la RAG con un discurso en el que hizo un recorrido por su infancia y destacó que, para ella, "las ciudades no son para permanecer atrapada en ellas, sino para tener un lugar al que volver tras los viajes".

Aleixandre se marca dos objetivos fundamentales como miembro de la RAG: "visibilizar a las mujeres" e incorporar su perspectiva a las actividades que desarrolle la institución, por un lado, y "acercar la academia a la gente", de modo que la ciudadanía observe "cosas útiles" en ella, también a través de las escuelas, por otro. "Que la cultura gallega dialogue con la realidad", resume.