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Rosa Montero: "Las ansias continuas de plenitud nos llevan al fracaso y pueden arruinarnos la vida"

La escritora habló del miedo a la muerte y del paso del tiempo, temas que centran su nueva novela, "La carne" - "Con la escritura busco sentido a aquello que no entiendo"

"Ser joven es algo que dura muy poco; no consiste en lucir la piel tersa, sino en la capacidad de tener un futuro completamente abierto y poder empezar una vida desde cero. Y eso, ya desde los 30 o incluso menos, ya no es posible porque llevas una mochila cargada de piedras que son las cosas que no pudiste hacer, las personas que te hirieron o que heriste, los errores cometidos... que a medida que envejeces es más y más grande". Así explicó ayer la periodista y escritora Rosa Montero (Madrid, 1951) en el Club Faro, ante un numerosísimo público, una de sus mayores obsesiones como novelista: el paso del tiempo, el envejecimiento y el miedo a muerte, "a los que trato de entender mediante la escritura".

La escritora comenzó agradeciendo a Faro "que siga invirtiendo en este foro de la cultura que es gratuito para el público, todo un acto para elogiar en estos tiempos". En el marco de una entrevista cara al público conducida por la periodista Iria Carregal, la novelista desgranó algunas de las claves de su nueva novela, "La carne" (Alfaguara), pero también de su quehacer literario, sus temas recurrentes y el sentido que tiene la escritura en este momento de su vida.

VER GALERÍA | La escritora Rosa Montero (izquierda) fue presentada por la periodista Iria Carregal. // José LoresLa escritora Rosa Montero (izquierda) fue presentada por la periodista Iria Carregal. // José Lores

En "La carne", Montero ofrece una intriga emocional sobre el sexo, el paso del tiempo y la capacidad para sobrevivir al fracaso. Su protagonista, Soledad Alegre -"un nombre que ya dice muchas cosas de ella"-, es una exitosa comisaria de exposiciones de sesenta años que contrata a un gigoló para que la acompañe a la ópera y así darle celos a un ex amante. "En el amor no nos hacemos más sabios con la edad; ahí somos adolescentes siempre, tal y como muestra Soledad, que actúa como una verdadera niña", contó la escritora. A partir de este comienzo, la escritora aprovecha para hablar del "miedo a no ser amado como necesitamos que sufren muchas personas". "Elegí una protagonista extrema como Soledad, una mujer que nunca en su vida tuvo una relación sentimental estable, para definir esta sensación, pero a medida que avanzaba en la novela, me di cuenta de que no había hecho falta ser tan extrema ya que hay matrimonios que llevan 20 años juntos y personas que se han separado varias veces que también tienen esta terrible sensación", explicó la autora, al tiempo que advirtió que, aunque una pequeña parte de esas personas "han tenido mala suerte", la mayoría tienen este sentimiento porque "no sabemos vivir; los seres humanos tenemos una insatisfacción perenne y esas ansias continuas de plenitud nos llevan al fracaso y puede arruinarnos la vida".

Rosa Montero, que estudió Periodismo y Psicología y colabora en el diario El País desde muy joven, se confesó "una escritora muy existencialista". "Todas mis novelas hablan del paso del tiempo y de la muerte, desde mi primera novela, "Crónica del desamor", que escribí con 24 años, porque la muerte es impensable, inadmisible y no nos cabe en la cabeza, por eso siempre me ha obsesionado".

Sin embargo, la autora de novelas como "Te trataré como a una reina", "La hija del caníbal" o "La loca de la casa" no cae nunca en lo melodramático gracias al sentido del humor: "Es esencial en mi vida y en mi obra". Haciendo gala de ese mismo humor, hizo reír al público asegurando que "con la vejez, hay que ser honesto, se ganan muy pocas cosas: esos que dicen que se gana en sabiduría se equivocan porque también hay muchos mayores imbéciles. Para hacerse sabio al envejecer hay que currárselo y aprender más de la relación del mundo contigo mismo", advirtió. "Y lo otro que se gana es envejecer con los otros, con personas que han sido testigos de tu vida y tú de la de ellos durante muchos años... Eso es algo bonito, pero poco más hay", añadió.

Rosa Montero se congratuló de que "La carne" "es una novela poco convencional y sorprendente y ningún lector adivina el final", aseguró. Además, se alegra de que "tanto mujeres como hombres, y de muy diferentes edades, se sienten identificados con la protagonista, y eso es algo que me hace mucha ilusión porque significa que he atinado". La autora asegura que no solo las mujeres sienten la presión social por envejecer. "Cada vez hay más hombres que se someten a operaciones de estética, que tienen pavor a quedarse calvos o que sufren mucho por pensar que no van a poder funcionar sexualmente... A pesar de ello, aún hay prejuicios en aceptar parejas en las que la mayor es la mujer, como ocurre con Soledad y su gigoló, mientras que si el hombre es mucho mayor que ella parece que no pasa nada". "Qué cosa más absurda", planteó la autora.

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