La Comisión Europea pidió ayer fijar o actualizar los límites para niveles de exposición permitidos en el puesto de trabajo para un total de 13 sustancias químicas cancerígenas o mutágenas, como el dicloruro de etileno, los aceites usados de motores o el tricloroetileno.

Un cambio que, apuntan, mejorará la protección de 4 millones de trabajadores europeos. En concreto, Bruselas estima que los mayores beneficios se centrarán en los aceites usados de motores y en el tricloroetileno. En el primer caso calcula que se salvarán 880 vidas y se evitarán 90.000 casos de cáncer hasta 2069, mientras que en el segundo se salvarán 390 vidas en el mismo periodo.

No obstante, la Comisión Europea recordó que el tiempo entre la exposición y la aparición de la enfermedad puede ser de hasta 50 años, al mismo tiempo que apuntó que las estimaciones se basan por lo tanto en una serie de asunciones sobre proyecciones de exposición, métodos de producción y conocimiento médico.