La profesora de Psicobiología de la Universidade da Coruña Blanca Laffon sostiene que en estos momentos, quince años después del accidente del Prestige, "se ha eliminado el rastro" que la limpieza de fuel del petrolero dejó en el ADN de las personas expuestas en A Costa da Morte. El hundimiento del petrolero el 19 de noviembre de 2002 cuando navegaba a 28 millas del concello coruñés de Fisterra y tras seis días a la deriva vertió al mar unas 63.000 toneladas de fuel y generó una marea negra de chapapote de más de 3.000 kilómetros de costa que afectó al litoral gallego y a los de Asturias, Cantabria y Francia.

"Ya no existe un riesgo de desarrollar cáncer superior en las personas expuestas al fuel con respecto a las que no lo estuvieron, aunque ese riesgo sí estaba presente en el momento de la exposición", cuando miles de voluntarios acudieron a las playas de A Costa da Morte para participar en las tareas de limpieza del vertido, que alcanzó el litoral de Francia. En una entrevista con Efe, Laffon, licenciada en Farmacia por la Universidad de Santiago, recuerda los dos estudios en los que participó orientados a determinar si las personas expuestas al fuel podían sufrir alteraciones genéticas y del sistema inmunitario y endocrino: el primero se realizó cuando esas personas estaban todavía expuestas, y el segundo siete años después.

En definitiva, "si los resultados tras siete años indicaban que el nivel de daño genético en el ADN (indicador del incremento de riesgo de sufrir determinadas patologías, como el cáncer) era basal, a ese nivel hoy no habrá nada", subraya Laffon, académica correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia.