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Creencias a desterrar

Mitos que se deben destruir para lograr una relación más duradera y saludable

Ni el amor es lo más importante, ni todo lo puede; el romanticismo ha impuesto creencias y comportamientos que son contraproducentes para mantener una pareja

Mª Luz Losada. // FdV

La familia, la religión, los cuentos infantiles, las películas... El concepto de amor que se ha creado en nuestra cultura a impuesto un modelo que dicta cuándo se debe amar, cómo hay que hacerlo e incluso a quién se debe escoger. "El amor romántico hace que tengamos conductas que no ayudan en absoluto a tener una relación sana de pareja ni con nosotros mismos", advierte la psicóloga y terapeuta Mª Luz Losada.

Los principales problemas que arguyen las parejas que van al gabinete de Losada, que pertenece a la Asociación de Terapia Familiar y Mediación de Galicia, son el distanciamiento - "porque no hay comunicación o porque hablan el mismo idioma con significados diferentes", aclara-, por celos, impulsividad -"con mucha más frecuencia en hombres"-, adicciones, tanto a sustancias como a la tecnologías; e infidelidades.

No siempre se llega a alguno de estos puntos por los falsos mitos que la sociedad ha asumido, pero sí en muchos casos. Una de las claves de conservar una pareja es acabar con ellos. Losada recurre a un estudio de la Fundación Mujeres para desmontar las falacias amorosas.

| "El amor todo lo puede". En este primer grupo encaja la idea de que las personas cambia por amor y también la de que se debe soportar cualquier cosa porque el amor todo lo puede y perdona. "El cine, las novelas y los cuentos nos dicen que los personajes enamorados pasan dificultades pero al final logran estar juntos, pero esto no siempre es así, hay personas que no les hace bien estar juntas y se atreven a aguantar determinadas actitudes que son intolerables", señala la terapeuta. Un subtipo de este mito es también el de la normalización del conflicto. Frases como "los amores reñidos son los más queridos" perpetúan esta creencia. "Una discusión es buena si sirve para fortalecer la discusión, pero si nos referimos a insultarnos o minusvalorar al otro, no", puntualiza Losada, que añade que el otro extremo tampoco es bueno ya que no se debe asumir el punto de vista del otro miembro solo por evitar el conflicto.

"Los polos opuestos se atraen" tampoco ayuda al amor. Losada deja claro que las personas que más tiempo permanecen unidas es porque tienen gustos y expectativas en común. "Otra cosa es que haya determinadas actitudes que te gustaría tener y que encuentras en tu pareja", matiza. Asumir los gustos y hobbies del compañero perdiendo los propios tampoco es productivo.

| "El amor verdadero está predestinado". "Encontramos el mito maravilloso de la media naranja", ironiza Losada. Según este, las personas están incompletas y deben encontrar a su "otra mitad" para estar en plenitud. El problema aparece cuando, por ejemplo, la media naranja fallece. "¿Como el amor es único y solo hay una media naranja ahora ya nunca vamos a ser felices? Esto puede llegar a hacer muchísimo daño, nos iría mejor a hombre y mujeres si tuviéramos claro que nadie necesita a otra persona para completare, que por nosotros mismos estamos completos y que tener pareja es una opción personal y no un requisito para encontrar la felicidad".

| "El amor es lo más importante y requiere una entrega total". La pareja debe ser el centro de la existencia porque solo el amor importa. Losada desmotan esta idea porque dice que "es como creer que ambos miembros son solo uno" cuando en realidad una pareja está formada por dos personas independientes que se unen para un proyecto en común, "lo que no significa que haya que hacer todo juntos". Si esto es así se puede producir un proceso de fusión que puede provocar la pérdida de identidad de una o ambas partes. Las necesidades de pareja son diferentes, por lo que habrá algunas que necesitan pasar más tiempo juntas y otras menos, lo importante, señala la experta, es que "los dos miembros estén de acuerdo" y recordar que el hecho de que uno necesite su espacio no significa que quiera menos a la otra persona.

"El amor es posesión y exclusividad".

Aunque la mayoría de las relaciones suele acabar en convivencia o matrimonio, no se debe presuponer que todas las personas eligen este camino. "Hay parejas que pasan muchos años juntos pero conviviendo cada uno en su casa, lo importante es sentirse cómodo con la forma que se ha escogido y saber si se quiere seguir en una relación en base a esto", dice la terapeuta. "Con respecto a los celos - y se detiene para subrayar no son signo de amor bajo ningún concepto, son signo de inseguridad y dependencia y son una de las emociones que más pueden destruir una pareja". Ante una sospecha, la psicóloga aconseja tranquilizarse y mostrar las dudas a la pareja, "sin reproches ni interrogatorios", y "jamás, jamás, jamás" vigilar su móvil, redes sociales, etcétera ya que, tanto si se encuentra algo como si no, solo generará la necesidad de seguir buscando pruebas del engaño.

La exclusividad en la pareja es una opción que debe ser consensuada entra ambos miembros. Aun aceptando esta situación, Losada tranquiliza a aquellas personas que pueden sentirse atraídos por otras ya que es una situación "normal en la que hay que centrarse en los beneficios que nos aporta nuestra pareja y no obsesionarse". La experta cuenta que es frecuente pensar que la mayoría de separaciones se producen por infidelidades, sin embargo, según un estudio realizado por en California, el 80% de los matrimonios aducen un distanciamiento emocional.

Lograr una relación estable es posible si, como recomienda Losada, se respetan las diferencias, se llega a puntos en común, hay una colaboración de ambos en un proyecto común sobre el que se está seguro, se trabajan los afectos y se controlan las propias emociones. "Uno tiene que ser responsable de lo que dice, piensa y hace y recordar que las emociones son propias y si yo estoy enfadada la otra persona puede ayudarme, pero no es su responsabilidad que se me pase", concluye.

El sexo solo tiene la importancia que se le de

  • La Universidad Abierta de Reino Unido, equiparable a la Universidad a Distancia de España, realizó un estudio con cerca de 5.000 personas con relaciones de larga duración para conocer qué es lo que realmente hace que una pareja funcione. Los resultados han sido publicados en el libro The Secrets Of Enduring Love (Los secretos de un amor duradero) y muchas de las creencias populares se han desmontado, empezando por el sexo.A los participantes se les preguntó qué era lo que más les gustaba de su relación y el sexo no apareció entre las 10 primeras respuestas. De hecho, el 66% de las parejas confesó estar contenta con mantener tres relaciones sexuales al mes. Destacaban en cambio otras cuestiones como el afecto o la charla, lo que no quiere decir que no disfrutaran con sus relaciones sexuales.La psicóloga Mª Luz Losada explica que la pasión es un estado más propio del inicio de las relaciones ya que está motivado por el enamoramiento y la euforia hormonal que se produce en el cuerpo. "Es un estado biológico que agota al cuerpo por eso no puede durar mucho, se trata de que cuando se calme el coctel molotov hormonal se tiene que pasar a otro tipo de amor, más sereno y profundo donde la complicidad, el apoyo y la confianza cobren más fuerza". La terapeuta también apunta que la frecuencia varía según la pareja y lo que para unos es poco para otros está bien. Recuerda además que, como dice la sabiduría popular, "siempre que se cuide y se de motivos al otro y a uno mismo se puede hacer que la pasión dure".Losada advierte también de que algunos mitos se meten en la cama y pueden ser contraproducentes, como que el hombre debe tener más deseo sexual que la mujer. "Si ella cree esto y tiene más apetito sexual que él puede pensar que su pareja ya no la quiere o desea y esto no tiene por qué ser así".

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