Las luces navideñas instaladas en la calle, sobre todo en el centro de las ciudades, pueden "producir deslumbramientos y causar accidentes de tráfico". Así lo advierte el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, que aconseja tener especial precaución en los desplazamientos nocturnos, sobre todo si la persona tienen defectos refractivos de la visión como hipermetropía, astigmatismo o miopía.

"Al menos el 70 por ciento de los conductores sufre deslumbramientos al volante. En el caso de personas con trastornos de la visión y mayores de 50 años son más acusados y pueden ocasionar accidentes", advierte el presidente del Colegio gallego, Eduardo Eiroa. "Esa iluminación muy variada y con numerosos puntos de luz puede crear confusión y dar lugar a que se interpreten mal las señales de tráfico como los semáforos; especialmente personas con astigmatismo y miopía pueden percibir las luces más brillantes y dispersas", añade. En los casos de personas con cataratas los cambios repentinos de luminosidad presentan ciertos inconvenientes. "Uno de los síntomas iniciales es que, además de ver más borroso y los colores más apagados o amarillentos, las luces pueden causarles halos y más deslumbramiento del habitual", añade Eiroa.

También son especialmente sensibles a los deslumbramientos las personas con ojos claros, "debido a que su cantidad de melanina en el iris es menor", añade el presidente.

Por ello, los ópticos recomiendan "extremar la precaución" en estos días festivos con motivo de las Navidades en los que se incrementa el número de desplazamientos nocturnos. "El número de accidentes es tres veces superior de noche que de día", indica Eiroa.

Por otra parte, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recuerda a los conductores que el alcohol y otras sustancias estupefacientes "provocan disminución de reflejos, alteran la percepción visual al volante y causan visión borrosa y doble, por lo que el conductor tiene que evitarlas completamente".