"¿El secreto para durar tantos años? Saber vivir y disfrutar de la vida; siempre lo decía mi madre: hay que mirar para adelante y tener buena actitud". María Guadalupe no puede aguantar la emoción cuando habla de su madre, Guadalupe Marcial, fallecida ayer tras 108 "de una vida llena de trabajo y dedicación a los demás". Pocas son las personas que tienen el privilegio de llegar a tan avanzada edad, y más en las condiciones en las que lo hizo esta viguesa. "Ni una enfermedad, ni un hueso roto, se cuidada mucho pero tampoco abandonaba sus caprichos como eran el Celta, la peluquería y el cante", afirmaba, sonriente, su hija. Y es que Guadalupe Marcial podía presumir de ser una de las personas más longevas de Galicia.

Nacida en el seno de una familia trabajadora y completamente dedicada al mar, creció sin la estima de una madre pero con la responsabilidad por bandera. "Era una mujer maravillosa. Cuando era joven y casi no había para comer, ella preparaba bocadillos a todo aquel que le pidiera", afirma su hija.

Pasión por el Celta

Entre sus pasiones se encuentra el fútbol, la playa y las ostras. "No era socia pero sí muy forofa del Celta; iba siempre que podía al campo, pero claro, esto le viene de familia", explica María Guadalupe, mujer del exjugador del equipo celeste Rodrigo Durán "Rori". Los viajes también eran otro de sus anhelos. "No se perdía un viaje del Imserso, hasta que cumplió los 90 años fue a todos cuanto salían", reconoce su hija. Afirma que su salud siempre fue "estupenda" hasta este mes de agosto, cuando tuvo el primer bajón. "No fue por enfermedad, sino por la edad. Tuvo problemas de cansancio y ya no estaba tan espabilada", lamenta María Guadalupe, quien señala que, aún así, "siempre iba arreglada. Era muy coqueta, se vestía muy bien, se maquillaba y todas, todas las semanas iba a la peluquería", comenta la hija de la fallecida, ayer en el tanatorio.

Vecina del barrio de O Berbés, Guadalupe Marcial se despidió rodeada de familiares y amigos que solo guardan recuerdos de cariño.