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La práctica en clase y la teoría en casa

"Flipped Classroom" es nuevo método de enseñanza que aboga por darle la vuelta a la enseñanza tradicional y que algunos docentes gallegos ya están aplicando

La práctica en clase y la teoría en casa

Los deberes en clase y la clase en casa. Esta frase podría sintetizar el método que algunos profesores gallegos están implantando en sus aulas para mejorar la calidad de la enseñanza. El sistema se conoce como "Flipped Classroom" o darle la vuelta a la clase.

En la práctica, se trata de crear vídeos en los que los docentes condensan la materia que tendrían que explicar en el aula. Los alumnos tienen que ver el vídeo en casa, que no debe superar los cinco minutos de duración para que los chicos no pierdan interés. Mientras lo visualizan deben tomar apuntes o realizar algún breve ejercicio sobre él. Cuando llegan al aula, la primera parte de la clase -entre 5 y 10 minutos- se dedica a aclarar las dudas sobre el contenido y el resto a realizar ejercicios prácticos con la ayuda del profesor de manera que se afianza lo aprendido.

"No es solo trabajar con vídeos, hay que invertir los modelos tradicionales de enseñanza", incide Concepción Fernández, docente del Centro Autonómico de Formación e Innovación de Galicia. En los últimos dos años se ha dedicado a formar profesores, a algunos de ellos, en este método que considera muy ventajoso tanto para los que aprenden como para el que enseña: "El alumno se convierte en el centro del aprendizaje y no el profesor".

El docente Juan Sanmartín cuelga los vídeos que realiza en su propia plataforma (juansanmartin.net). Imparte clases de física y química y matemáticas a chicos de entre 14 y 16 años en el Colegio Vila do Arenteiro de O Carballiño y asegura que este método le ha permitido dar más temario y mejor. Comenzó a aplicarlo en 2014 pero fue el año pasado cuando logró el apoyo del Ministerio de Educación para crear los más de 300 vídeos didácticos y 50 presentaciones que tiene disponibles on line. Este año además participó como ponente en la Semana de la Educación celebrada en Madrid para exponer este método.

"La mayor parte de las visualizaciones provienen de América Latina", cuenta. Otra ventaja de "flippear la clase", como dicen sus embajadores, es que puedes compartir los contenidos. El profesor defiende que "con los temarios tan amplios" con los que los profesores tienen que cumplir " es imposible" plantearse solo el trabajo en el aula y esta alternativa le permite llevar a cabo la teoría que deben conocer los alumnos y ejercitar la práctica sin restarles tiempo de descanso ni a ellos ni a sus padres. "Los chicos hacen más ejercicios y el que les resuelve las dudas soy yo, las clases son más activas", argumenta.

Fernández señala que una de las ventajas de este método es que la atención se vuelve flexible e individualizada: "Como grupo llevan un ritmo pero cada alumno tiene sus propias necesidades". Los profesores pueden recomendar que vuelvan a ver un vídeo a uno de sus alumnos que no ha entendido bien una parte del temario y la cooperación en clase hace que los más avanzados puedan también resolver las dudas de sus compañeros.

La experta también inciden en la capacidad visual de los chicos. "Hoy todo les entra por los ojos, es una manera de conectar mejor con ellos". Crear los vídeo supone tener ciertas destrezas técnicas pero la formadora considera que esto solo es una virtud más del sistema, pues obliga a los profesores a avanzar en terrenos tecnológicos que no siempre se animan a pisar. Fernández considera que "cambiar el sistema educativo es posible" y que hay que aprovechar las nuevas tecnologías. "Hoy todos tienen móvil por lo que pueden acceder a los contenidos en cualquier momento".

El instituto de As Barxas, en Moaña, también ha implementado el sistema. El profesor Seso Durán, de música, ha ido un paso más allá: "En este caso son los propios chicos los que hacen los vídeos con mi supervisión". Preparan los guiones sobre el temario y los alumnos graban los vídeos, que se suben al canal que tienen en Youtube. "Los ven en casa, así los pueden parar, volver a visualizar, etcétera y en clase hacemos la parte práctica, que es la más interesante de la materia".

En las horas lectivas prepararan las partituras de las épocas musicales que han estudiado en casa con los vídeos pero, además, los chicos crean podcast con una crítica sobre algún álbum o canción recomendada por el profesor. "Se trata de ampliar sus horizontes, su criterio, a veces escuchan algo y dicen que no les ha gustado nada, pues eso también está bien".

Durán asegura que los estudiantes están más receptivos y participativos en el aula ya que se sienten implicados en la creación de la clase y él también encuentra más motivación en su profesión.

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