Cerca de 150 personas mayores de Galicia participan en el programa piloto de prevención del deterioro cognitivo desarrollado por el Grupo de Investigación en Neurociencia Cognitiva Aplicada y Psicogerontología de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y que se presentará el próximo sábado dentro de las XIV Jornadas Profesionales que organiza la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer y Otras Demencias de Galicia (Afaga) en Vigo. Este colectivo es uno de los que aplicando esta metodología, junto con la asociación Agadea y la unidad de psicogerontología de la USC, en personas sin deterioro cognitivo pero que presentan fallos de memoria.
"Lo que hemos hecho es unificar los programas de prevención y hacer un único protocolo, cuya efectividad estamos ahora evaluando", explica David Facal, profesor del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la USC.
El programa consiste en sesiones de entrenamiento y de estimulación cognitiva. "Además de hacer ejercicios de memoria, que tal vez sea la parte más común, las sesiones tienen otra más metacognitiva, en la que trabajamos estrategias de memoria. Es decir, no se trata solo de hacer ejercicios de memoria de forma mecánica, sino de desarrollar estrategias que sean adaptativas, que sirvan a cada persona en su día a día", explica.
Además, en estos talleres las estrategias no solo se entrenan, sino que se discuten. "Las sesiones tienen una parte explicativa de cómo funciona nuestro sistema cognitivo, cómo recordamos y cómo podemos ser más eficaces a la hora de recuperar la información y de anotar nuestras citas o tareas, cómo ser más afectivos y cómo utilizar de forma más satisfactoria el lenguaje", explica Facal. El grupo de Neurociencia Cognitiva Aplicada y Psicogerontología también publicó un estudio sobre cómo influye la riqueza léxica en la prevención del deterioro cognitivo.
De lo que se trata es de relentizar los signos de la demencia. "El deterioro cognitivo, cuando hablamos de una enfermedad neurodegenerativa como el alzhéimer no se puede parar, pero sí contrarrestar sus manifestaciones y retrasarlas. Lo que hacemos con la estimulación y el entrenamiento cognitivos es retardar la manifestación de los síntomas, es decir, que la persona esté cognitivamente sana el máximo tiempo posible", explica.
Para lograr este objetivo, Facal asegura que es vital el diagnóstico precoz. "Nuestro equipo de trabajo busca también marcadores cognitivos y psicofisiológicos de deterioro cognitivo ligero para hacer un diagnóstico lo más temprano posible, incluso antes de que haya demencia porque sabemos que el deterioro cognitivo comienza muchos años antes de que se manifieste la enfermedad. Y hacia aquí se dirigen las investigaciones. Pero la pregunta es: y ahora que lo hemos detectado de forma precoz, ¿qué podemos hacer?", añade.
Facal apuesta por llevar lo que denomina "un estilo de vida cognitivamente saludable", es decir, adoptar hábitos de vida saludables: cuidar la dieta, descansar bien, hacer ejercicio y evitar estados como la depresión y el estrés son factores de protección, al igual que lo es mantener entrenamiento cognitivo, es decir, leer, aprender varias lenguas, etcétera. "Es lo que llamamos la reserva cognitiva, es decir, la capacidad que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida para compensar el deterioro neurológico, de forma que cuanto más alto sea nuestro nivel educativo, nuestra actividad intelectual, cuanto más estimulemos nuestro cerebro más tarde y menor serán los síntomas del deterioro cognitivo", explica.
Las XIV Jornadas Profesionales de Afaga están destinadas a personal social y sanitario relacionado con el deterioro cognitivo.
