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GALLEGOS EN LA CIMA

María Eloísa Álvarez Tena: "Indonesia es un país de islas y tiene muchas sinergias económicas con Galicia"

La viguesa trabaja en el área de desarrollo de negocio de una empresa española de Yakarta

María Eloísa Álvarez Tena: "Indonesia es un país de islas y tiene muchas sinergias económicas con Galicia"

Indonesia es el destino paradisiaco que casi todos tenemos en la mente pero también un país rico, el cuarto más poblado del mundo y en el que casi todo está por hacer. Un filón de oportunidades que muy pocas empresas españolas se atreven a aprovechar todavía por la disparidad de culturas, el idioma y ciertas dificultades, que se van mitigando, para hacer negocios. María Álvarez (Vigo, 1988) llegó al país asiático en 2013 con una beca del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) del Ministerio de Economía. Su misión era establecer los primeros contactos para llegar a acuerdos de cooperación y la experiencia le aportó un importante conocimiento del sector tecnológico y de la innovación del país. Un valor añadido que supo apreciar la empresa de ingeniería española para la que trabaja actualmente en Yakarta.

Licenciada en Derecho Económico y con un máster en Gestión del Desarrollo Sostenible por la universidad olívica, además de experiencia laboral en Alemania, María fue seleccionada como parte de la primera promoción de las becas CDTI en el exterior. "Fue un reto pero la experiencia resultó maravillosa y me enamoré perdidamente del país. Aunque todo el mundo piensa en el paraíso, lo cierto es que, en mi opinión, todavía está en vías de desarrollo. Han evolucionado en muy pocos años lo que España en 30 y han pasado de tener televisión en blanco y negro a un smartphone", explica.

Este crecimiento hace aflorar "millones de oportunidades" en todos los sectores. "Y existen muchísimas sinergias entre Galicia e Indonesia, que está formada por más de 17.500 islas. Me refiero a la pesca, la industria conservera o la construcción naval. Aquí el transporte marítimo es pésimo y es necesario renovar la flota de ferris. También deben adecuar sus infraestructuras portuarias. Yo animaría a todas las empresas a venir, aunque deben ser pacientes y bregar mucho", subraya.

A cambio de tanto esfuerzo, siempre podrán disfrutar de parajes inimaginables. "Bali es la estrella turística pero está masificado y ha perdido su encanto, pero hay otros muchos lugares en los que disfrutar de atardeceres espectaculares en playas completamente vacías. ¡Y ojalá sigan siendo desconocidas!", desea.

"La belleza de Indonesia está en perderse, en descubrir los sitios que no aparecen en la Lonely Planet. Hay que quedarse un tiempo para vivir, escuchar y entender a su gente y su cultura. Así es como entiendo yo viajar", señala María.

"Y lo más contradictorio es que me encanta su carácter y, al mismo tiempo, a veces resulta desesperante desde la perspectiva de nuestra sociedad y educación. No tienen un pensamiento hacia el futuro, viven el día a día y no se preocupan por los problemas. Es una pena, porque con más aspiraciones serían una superpotencia. Pero, por otro lado, solo le dan importancia a las cosas que realmente la tienen. Son las personas más agradecidas que conozco y siempre sonríen. Son felices y lo transmiten", destaca.

Su simpatía y cordialidad hacen más llevadera la vida en la capital. "Siempre digo que me gusta el país, pero me duele Yakarta. Es una ciudad caótica y muy hostil con miles de coches y motos y muchísimo ruido", comenta María, cuyo círculo de amistades está formado por otros españoles y algún latinoamericano.

Su pareja, un baionés incluso más viajero que ella, le acompaña en esta aventura. Y ambos confían en que no sea la última. "Echamos muchísimo de menos Galicia pero el mundo es muy grande y la vida muy corta. Y quedan muchos lugares por conocer. Me encantaría irme a África, Nueva Zelanda o Australia. Y algún día jubilarme en Vigo", plantea.

Como a muchos gallegos en la diáspora, fue la beca Erasmus la que inoculó el espíritu trotamundos a María: "Me matriculé en Derecho Económico pensando en que podía luchar por ciertas causas, pero cuando terminé no me veía carne de los grandes despachos y sí tenía claro que no quería quedarme en España para siempre. Por eso hice el máster, con el objetivo de especializarme en temas más internacionales. Como respondería un indonesio, mañana te cuento qué haré en el futuro pero volver a empezar en cualquier otro sitio sería enriquecedor".

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