Viajar a la luna o a algún planeta lejano desde la habitación de un centro hospital es posible desde ayer para los niños ingresados en la planta de oncología pediátrica del Materno Infantil del Gregorio Marañón de Madrid, una experiencia que pretende hacerles su estancia un poco más llevadera.

Fernando tiene 3 años y es uno de los pequeños "astronautas" que va a disfrutar de una de las estaciones lunares en las que se han convertido dos habitaciones del hospital, las destinadas a albergar a niños con tratamientos de larga duración y necesidades especiales de aislamiento. Se trata de un proyecto de la Fundación Juegaterapia, que ha sido inaugurado hoy por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, acompañada de un padrino de honor, el astronauta Pedro Duque.

Las habitaciones cuentan con una decoración futurista que simula una nave espacial y están dotadas con avances tecnológicos, aplicados por primera vez en un hospital en España, que permiten la simulación de un viaje por el espacio a otro planeta, la recreación de un amanecer y un anochecer o que el niño desde la cama contemple el firmamento.

Una experiencia que ya está viviendo Fernando, un niño vivaracho y parlanchín que, vestido de astronauta, ha sido el encargado de recibir a Cifuentes y a Duque en el pasillo de entrada a la planta, también decorado con motivos espaciales y constelaciones.

A las estaciones espaciales se accede después de marcar un "código secreto" en una pantalla y, ya dentro, el niño se encuentra en un lugar mágico con una mascota robótica interactiva, Pleo, de cuyo cuidado será responsable.

El "pequeño astronauta" controla la habitación desde una tableta. Puede elegir la intensidad, el color y la ubicación de las luces, la música, el sitio desde el que desea jugar a la Play Station y puede refugiarse en una cápsula espacial que pende de la pared, en la que solo puede estar él.

Desde la nave se puede viajar al espacio. Pantallas gigantes en dos paredes y en el techo proyectan imágenes junto con un sonido envolvente que simulan distintos viajes a planetas desconocidos con todo tipo de acompañantes divertidos y diferentes.

La iniciativa ha sido muy bien acogida tanto por los padres de los niños ingresados como por el personal sanitario que los atiende. Proyectos como este "ayudan muchísimo" a olvidar que estás en un hospital, ha asegurado Marina Gómez, madre de Fernando, que desde el pasado mes de agosto sufre un neuroblastoma, y al que aun le queda un largo camino por delante: tiene que acabar el tratamiento de quimioterapia antes de someterse a una operación y a un autotrasplante.