Casi uno de cada siete niños en el mundo, aproximadamente unos 300 millones, viven actualmente en zonas donde el aire es muy tóxico, es decir, donde la contaminación exterior puede superar en más de seis veces las directrices internacionales sobre la calidad del aire, según un informe de Unicef.

El documento, titulado "Limpiar el aire para los niños", pide a los líderes mundiales, que se reunirán en la próxima Conferencia sobre el Clima (COP 22) en Marruecos, una acción urgente que ayude reducir esta situación. "La contaminación del aire es un factor importante que contribuye a la muerte de alrededor de 600.000 niños menores de cinco años cada año, y que amenaza la vida y el futuros de millones más cada día", advirtió el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.

Por primera vez se pudo observar en imágenes de satélite que un gran número de niños están expuestos a la contaminación exterior poniendo en riesgo su salud. "Los contaminantes no sólo perjudican a pulmones en desarrollo de los niños, además pueden atravesar la barrera hematoencefálica y provocar daños permanentes en sus cerebros en desarrollo y en su futuro. Ninguna sociedad puede permitirse el lujo de ignorar la contaminación del aire", añadió.

En 2012, la contaminación del aire se vinculó con 1 de cada 8 muertes a nivel mundial, alrededor de 7 millones de personas; además, 600.000 de estas muertes fueron en niños menores de 5 años; y se estima que casi un millón de niños mueren de neumonía cada año, y más de la mitad están directamente relacionados con la contaminación del aire.