Amaia, que estudia en el Colegio García Barbón de Vigo, es rápida y responsable. "Ella llega y se pone sola a hacer los deberes, no suele pedir ayuda y acaba rápidamente, antes de comer", describe Jorge, su padre. "Hay profes que no mandan deberes si les decimos que otro ya ha puesto, pero a otros no les importa", explica la niña que, admite, "los deberes están bien para preparar los exámenes". Su padre también está a favor de las tareas "siempre de forma razonable, porque les enseña la cultura del esfuerzo, que es necesario trabajar todos los días un poco; nunca hemos tenido un profe que se excediera", asegura.